Llegó a Estados Unidos con tres años y a sus 52 Mónica Palacio, una abogada nacida en Bogotá y criada en Nueva York, espera convertirse en la primera hispana que ocupe un puesto en el Concejo de Washington, la capital federal de la nación.
Dentro de seis días, el próximo 3 de noviembre, será la prueba para Palacio, quien hace más de 30 años se convirtió en habitante de Washington, donde desde 2014 era la directora de la Oficina de Derechos Humanos de la ciudad, cargo al que renunció para postularse a uno de los cuatro escaños como concejal de todo DC, de los cuales dos están en disputa.
"Ya que he vivido más de 30 años en Washington, he formado como otra identidad y yo digo que esa es mi identidad como latina, no es tanto colombiana, no es tanto identificarme con mi país más allá y mi familia de allá, pero tengo otra comunidad de latinos, mexicanos, argentinos, cubanos, puertorriqueños", aseguró Palacio a Efe.
Según ella, su identidad es "ser una mujer que nació en Latinoamérica, pero que ha vivido la mayoría de su vida en Estados Unidos y tiene que navegar, negociar, entre todas las culturas".
De allí que no le sorprenda que sus compatriotas consideren que su español ha cambiado, aunque para ella su apariencia no ha variado ni su familia, ni su cultura.
Confiesa que su mamá, quien obtuvo una beca para estudiar enfermería que le permitió a su familia establecerse en Estados Unidos, es su ejemplo de liderazgo.
"Como mujer, yo la vi trabajando, luchando; entonces, yo siempre me vi como una persona y una mujer que podía lograr algo, que podría trabajar y luchar por algo importante", relató.
Fue así como muy joven decidió que estudiaría abogacía, ya que esa profesión le permitiría entrar en el sistema, cambiar las leyes y trabajar por la comunidad.
Pero no fue hasta 2011, año en el que empezó a trabajar para la ciudad de Washington D.C. cuando sintió que "todo se conectó: el poder de la ley, el poder de ser abogada, el poder de tener recursos del Gobierno para servir a las personas" y alcanzar a los inmigrantes, como uno de los grupos "más invisibles" y "vulnerables".
Su intención de llegar al Concejo es para que las leyes puedan tener "más fuerza" para proteger a los inmigrantes y permitir, entre otros, el derecho al voto de esta comunidad en la ciudad.
También a corto plazo su preocupación, de ser elegida, estaría centrada en las familias que a raíz de la pandemia perdieron su fuentes de ingreso y debieron dejar de pagar el alquiler de sus viviendas, por lo que ahora enfrentan la posibilidad de ser desalojadas.
La colombiana quiere que las mujeres más jóvenes, la próxima generación, entiendan que "ya no tienen que ser las primeras", que ella ya rompió esa barrera y "se puede hacer, el camino ya existe", aunque lamentó que esta es una oportunidad a veces inalcanzable para la mayoría de las mujeres que deben ser mamás, esposas y tener una familia sin tener un espacio para hacer "algo más" por la comunidad.
"Esto para mí fue algo que yo lo he pensando más de cinco años", confesó Palacio, quien esperó a que su hijo menor cumpliera 11 años y trabajó 30 años para labrar una trayectoria.
"Necesitamos ver mujeres. Las voces de la mamá, de la abuela, de la tía, de la mujer trabajadora merecen estar en el concejo de la ciudad y yo quiero representarlas a ellas, pero también a toda la comunidad", sentenció. Washington (EFE)