Carisma, sentido del humor, sensibilidad... Dalia, una venezolana en LV

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Por Roberto PELÁEZ

Su carisma y sentido del humor, su calidad humana y ansias de vivir, es lo que sobresale en ella, apuntan varias personas allegadas a Dalia Suárez, una venezolana que reconoce está enamorada de la vida y del teatro.

¿En Estados Unidos? Pregunta, sí, ya tengo aquí más de 25 años, antes estuve en Puerto Rico, pero usted sabe que soy venezolana, ahora estamos pasando un momento difícil, sin embargo Venzuela es el país más lindo del mundo, al menos para mi, asegura y suelta una risotada.

¿Dónde crees que conocí a Cheyenne? Vuelve a preguntar. Ese cantante es lo máximo, apunta, deja ver cuando tiene concierto para ir a verlo, promete.

Desde niña, apunta, allá en Barquisimeto, me destacaba en la escuela, lo mismo declamaba un poema que estaba en una pequeña obra de teatro, por eso me vinculo a lo que llamaban Movimiento Cultural La Salle; vengo de una familia de cantantes, tengo un hermano que formó su grupo musical, comenta.

Vengo de una familia de marcada inclinación católica, es por eso que participo en muchas obras de teatro de carácter religioso, dentro de la misma iglesia, agrega, sobre todo en Semana Santa, sostiene.

Cuando llego a Las Vegas, cuenta, después de un tiempo en Puerto Rico, pues me uno al grupo Tairona, ya había decicido que lo mío era el teatro, la escena, estar cerca de la gente... es una etapa muy bonita, que requiere mucho estudio, explica, recuerdo que me ayudan de manera significativa Vicente Díaz (un excelente maestro), y Steven Gallego, aprendo mucho de ellos, porque creo que en el teatro una nunca se las sabe todas, tiene renovarse, estudiar, improvisar, afirma.

Muestra algunos recortes de periódico donde se hace referencia a puestas en escena en diferentes instalaciones del valle, participo, explica Suárez, en ‘Se vende una burra’, ‘Los tres mosqueteros’, ‘Casamiento a la fuerza’, entre otras, y luego con Luna Teatro, pues estoy en ‘La madrastra de Cenicienta’, también con mucha aceptación del público, y eso nos motiva a seguir adelante; con la ‘Madrastra... señala, la gente sabe, la conoce, sin embargo hay que respetar el peinado, el carácter fuerte, lo impositivo, todo eso lleva trabajo, horas de ensayo.

En Luna Teatro, comenta, hay artistas con mucho talento, como Aurora Guzmán, Beatriz Lesprón, Dulce, Catalina, además de René y Gerardo, indica; por lo que te dije antes de las exigencias del teatro, pues ensayamos todos los días, es bien difícil, pero no puede ser de otra forma si queremos brindar al público actuaciones convincentes.

Dentro del teatro, afirma, me gustan las obras dramáticas y las comedias, sé que es muy difícil hacer reír a los espectadores, pero me gusta exigirme a mi misma; en Las Vegas, explica, donde hay tantas opciones, entretenimiento, también hay personas que le gusta el teatro, disfrutan obras con un argumento sólido, o se inclinan por las comedias para ‘desconectar’.

Habla de la obra ‘La muerte de la langosta’, estamos con el experimentado Daniel Álvarez y con Gallegos; considero que dentro de la comunidad hispana no hay mucha cultura de teatro, afirma, sin embargo poco a poco las obras ‘prenden’, la gente las pide, se quiere reír, acude al Centro Cultural Winchester y a otros lugares donde hay teatro, va a ver ‘Pasión y muerte de Jesús de Nazaret, externa.

Con el rostro serio señala: estoy muy ligada a la comunidad hispana, hace muchos años soy ciudadana de los Estados Unidos, pero contrario a lo que ocurre con otras personas, lucho, platico, estoy en las marchas por mejoras para los nuestros, estos son tiempos difíciles y lo mejor es estar unidos.

En el 2002 se crea la Fundación Cultural Venezolana, destaca, y aunque su nombre dice Venezolana, está abierta a todos, es para fomentar la cultura, aprendemos bailes mexicanos, es muy bonito, dice, todos aprendemos.

 

Sale a relucir la importancia de estudiar, y asegura nunca es tarde para leer, informarse, incorporarse a las clases de inglés gratis, subraya, aprender computación, aportar a la comunidad, granito a granito somos más fuertes, eso nos hace mucha falta.

 

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