Tener unos labios hidratados e impecables depende del color que se aplique y de que la piel esté lisa.
El tejido de los labios es muy fino, no contiene células protectoras, por eso se resecan.
Otros factores como el frío, el viento, la calefacción y el tabaco pueden dañar nuestros labios y agrietarlos. Los labios son vulnerables al sol por su bajo contenido en melanina. Para evitar daños hay que hidratarlos y protegerlos con bálsamos labiales, cacao, vaselina, protector solar.
La exfoliación es clave para eliminar células muertas, no debe realizarse más de una vez a la semana, así evitas irritaciones. Después de la exfoliación aplica un bálsamo labial para hidratarlos.
Si tienes labios secos usa un bálsamo labial para retener la humedad, evita pasar la lengua pues la saliva produce mucha sequedad y puede irritarlos. Aplica miel sobre ellos antes de ir a dormir, déjala actuar toda la noche.
Si tus labios están bien conservados y quieres mantenerlos prepara tu propio brillo de labios. Une seis cucharadas de manteca de cacao con media cucharadita de cera virgen rallada y remueve la mezcla hasta que adquiera una consistencia líquida. Déjalo reposar y cuando la pasta se haya endurecido, aplícala en los labios. Obtendrás mucho brillo.
Hidrata y protege, si pintamos los labios, podemos mantenerlos impecables. Las barras de labios actuales incorporan nutrientes que aseguran hidratación y protección.