Bertha... tan recia como el roble

Por Roberto PELÁEZ

Tiene el consabido entusiasmo de una mujer joven sin embargo Bertha Robledo se apresta a tomar la curva que la conduce a su cumpleaños 84 el venidero 18 de octubre, y cuando se refiere a su ímpetu, no lo duda... “lo heredo de mi madre, una luchista por excelencia, que no se da por vencida nunca, llevo su empuje en la sangre”, advierte.

Oriunda de Tampico, Tamaulipas, reside desde 1956 en los Estados Unidos y en Las Vegas desde 1985; es madre de cuatro varones: José Luis y Juan Jesús (55 años), Oscar (53) y Rey David (50).

”Yo estudié muy poco, subraya, tras finalizar el sexto grado comienzo a trabajar para ayudar a mis padres en el sostén de la familia y la casa; aunque vengo a los Estados Unidos aun sin cumplir los 20 años, no olvido mi tierra, mis raíces que son también las de mis padres y abuelos, por eso voy a Tampico todos los años... lo que vive dentro de una es difícil arrancarlo”, afirma.

”Sí, aquí el principio es duro, llego a trabajar desde las 6 de la mañana a las 10 de la noche, recuerda, y por mi temperamento no me gusta estar sentada, siempre busco algo que hacer, soy muy rápida, o era -señala sonriente- en las labores de la casa... no, no le puedo decir si la comida que hago me queda buena, pero se la comen toda”, apunta, y vuelve a sonreír.

“A mi si hay un ejercicio que me gusta es caminar, expresa, por eso me involucro en marchas, creo que me ayuda mucho el temperamento, ya le digo, no me gusta detenerme, resalta, para mi no existe el cansancio... ya descansaré bastante, la gente de Chispa sabe que puede contar conmigo, lo que se haga por la tierra, por cuidar, proteger el medio ambiente, es bien poco... hay que enseñar a los niños”, indica.

Se le empañan los ojos cuando se refiere a José Luis Robledo, “fue mi esposo por muchos años, un esposo intachable, lamentablemente ya no está con nosotros, falleció hace cerca de 14 años”, acota con la voz entrecortada.

Habla de su predilección por la sopa de res y de pollo, por las fajitas, “esa es mi comida preferida”, para luego platicar de sus nietos, un varón (Ángelo Guillermo) junto a Verónica, Marisol y Selena, son cariñosos, expresa, obedientes, a mi me basta con que sean buenos hijos.

Tiene una casa en Houston, Texas, “es un obsequio del matrimonio Bass, al que ayudo con sus hijos, unos niños que son como mis hijos o nietos, recibo las invitaciones para sus eventos de graduación de high school y me las arreglo para viajar, ellos me recuerdan con cariño y yo también”, asevera. 

“Periodista, se me olvidaba, soy la voluntaria de Chispa de más edad, ya estuve en un curso de capacitación, tengo mi credencial, porque creo le debemos dejar un mundo limpio a las futuras generaciones, no me gusta la contaminación.

 

“Quiero, prosigue, que los niños y jóvenes sean obedientes y buenos hijos, cuando eres buen hijo eres buen amigo, buen esposo, y sobre todo que estudien, se mantengan lejos de las drogas y el alcohol porque eso no es bueno... el futuro de ellos, me alegraría mucho que salieran adelante”.

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