Ante el intenso calor no escatimes el cuidado de los labios

Junto a los ojos, los labios son los principales protagonistas de la expresión del rostro, transmitiendo nuestras sensaciones y estados emocionales. Unos labios sanos y cuidados, es decir hidratados y protegidos, proporcionan un aspecto envidiable. 

Por la fisiología de los labios, éstos requieren de cosméticos específicos para su cuidado.  La función de un protector labial es formar una película resistente y que mantenga la hidratación con el fin de proteger los labios del exterior y evitar que se agrieten.

La base emoliente podría considerarse la fase principal. Puede estar elaborada sólo por manteca de cacao. Este es el protector labial más conocido. Encontramos fórmulas más complejas, con grasas hidrogenadas, aceites, colesterina, lecitina y ceras (de abeja, de carnauba, de candelilla o de jojoba). 

Aceites hidrogenados

Presentan una gran afinidad por las ceras y se enrancian menos que los aceites vegetales. Uno de los más empleados en formulación es el aceite de ricino hidrogenado.

Las ceras se incluyen en la composición de los cosméticos labiales para proporcionar mayor solidez al producto y evitar que se derrita con las altas temperaturas:

Cera de abejas. Se incorpora a la formulación junto con otras ceras, para evitar las roturas del cosmético. Si se mezcla con el aceite de ricino, hacen una combinación cuyas propiedades son difíciles de superar.

Cera de carnauba. Tiene un alto punto de fusión pero es muy quebradiza. Se utiliza mezclada con otro tipo de ceras, y aumenta la resistencia del stick labial.

Cera de candelilla. Se utiliza para endurecer la fase grasa. Esta cera es más plástica y menos quebradiza que la de carnauba.

 

El aceite de lanolina es esencial, mejora el protector labial, aumenta la adherencia y el brillo. Se incorporan extractos de aloe, caléndula, avena, menta piperita, equinácea, hammamelis, centella, por su acción hidratante.

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