Por Roberto PELÁEZ
Mueve con rapidez en pincel, los rasgos hablan a las claras de muchas cosas menos de pasividad, y es que Angeles Freire, de Torreón, Coahuila, es una mujer inquieta, enamorada del arte y la belleza.
Desde pequeña, tal vez con 13 años, comprendo que resaltar la belleza de la mujer y pintar, son dos cosas que me apasionan y estarían muy ligadas a mi vida.
Sin escuelas, haciendo alarde de mujer autodidacta, Freire acude a lo que especialistas vinculados a la pintura, llaman arte contemporáneo. Sorprende a quienes apenas la conocen pero admiran piezas suyas como ‘Poder interior’, ‘México... tierra bendita’, ‘El arte de vivir’, ‘Triple metamorfosis’, ‘Fortaleza’, ‘Tentación’, y ‘Renovación’, entre otras piezas, hasta completar unas 80. Precisamente ‘Triple metamorfosis’ le valió un premio.
He regalado algunas obras, otras las dono, apunta, quiero pintar un cuadro para el evento ‘Un lienzo por Venezuela’, se lo voy a obsequiar a mi amiga Dalia Suárez, promete.
Hace muchos años, comenta, gracias entre otros al apoyo de Eddie Escobedo Sr., pude hacer realidad el evento ”Bella dama latina”, que alcanzó mucha popularidad y por problemas de salud no pude continuar.
Por mucho tiempo, abunda, llevo una vida muy agitada, me veo afectada por el tiroidismo, y hasta hoy me han realizado ocho operaciones, me vi entre la vida y la muerte, señala, muy descompensada, víctima del estrés... me diagnosticaron muerte clínica, sin embargo comprendo que Dios me tenía reservadas muchas cosas, fue como una prueba de supervivencia, y Él me dio fuerzas para aferrarme a la vida, precisa. Dios permitió que viviera para que me reencontrara, comprendiera que aun tenía mucho por hacer.
Si antes, por mis pinturas, el evento de que te hablé, todo eso permitía una vida pública considerable, participar en un evento tras otro, viajar, organizar actividades, reconozco que la enfermedad me saca de circulación por varios años, es una prueba dura, en extremo exigente, y debo poner freno a todo lo que era antes, luchar por lo más valioso, mi vida, mi salud, remarca con el rostro serio.
Sí, soy muy independiente, muy apasionada y temperamental, subraya, eso quienes me conocen dicen que lo ven en mis cuadros, en los trazos, comentan que soy una artista rebelde, y creo que tienen razón, muy independiente, amiga de hacer lo que quiero.
Soy del signo zodiacal Piscis, hago muchas cosas y también me gusta dar, por ejemplo ya valoro llevar a efecto un taller sobre creatividad, gratis, para propiciar que la gente conozca lo que tiene dentro, encamine su talento... me encanta compartir, significa. No me gusta decir a tres, cinco, diez personas pinten esto, no, creo no deben pintar lo mismo, prefiero decirles lleven al papel, al lienzo, lo que sientan, dejen salir todo lo que tienen dentro.
Pues claro que recuerdo a Torreón, una no debe olvidar sus raíces, advierte, mis tradiciones y las de mis padres, de mis abuelos, viven dentro de mi; allí di los primeros pasos para aprender de belleza, hice mis primeros garabatos, entonces mi vida está ligada también a aquel lugar donde nací.
Me gusta pensar, indica, que el arte y la belleza van de la mano, no deben separarse nunca... cuando pinto, cuando tengo la posibilidad de ofrecer consejos de belleza, participo en una exposición, regalo uno de mis cuadros, siento algo muy dentro, lo que llamo ‘ayuda interior’, eso en gran medida es la fuerza que me empuja, me da fuerzas y valor para seguir adelante, y no quiero perder ese ímpetu.
Mueve con rapidez en pincel, los rasgos hablan a las claras de muchas cosas menos de pasividad.