“Dios me ha rodeado de gente bonita”: Lupe Arreola

Por Roberto PELÁEZ

Hace pocos días Lupe Arreola estuvo de cumpleaños, es el número 31 lejos de su familia, sin embargo “mis amigos me regalaron una linda sorpresa, algunos vinieron de lejos -cuenta-, y me sentí muy bien... Dios me rodeado de gente bonita”, afirma.

“¿Cuántas personas pueden platicar del verdadero calor de amigos? Pues yo soy una de ellas”, añade.

Si desde hace tiempo la entrevistada mantiene una estrecha relación con la comunidad, desde que ‘apareció’ el Covid 19, esta mujer se multiplicó aun más (si es posible).

“Platico con la gente, dice, las contacto por teléfono, le brindo información, lugares donde vacunan, horario, y pasan de 10 las personas a las que he ido a buscar en mi carro y las llevo a vacunar, después las regreso.

“Cuando tengo la posibilidad de ayudar, primero que todo le agradezco a Dios por eso, siento por dentro una satisfacción que no puedo explicar, y en el caso de las vacunas, considero que entre más personas consigan la inmunización, pues es menor el riesgo de contagio, estamos más seguros”, asevera con un brillo especial en los ojos.

“Aprendí de mis padres, remarca, que lo mejor es ir por la vida ‘sembrando’, ofreciendo lo mejor, por eso ayudo, aunque sea muy humilde lo que puedo dar, algo como una información, me siento bien; a papá hasta los sobrinos le decían como sus hijos: papá. Y de mamá ni hablar, ella era lo máximo.

“Trato de poner en practica lo que ellos me enseñaron; no pierdo la oportunidad, agrega, de aconsejar a los jóvenes que estudien, les puedo platicar con propiedad, porque yo puse los estudios a un lado y hoy lo lamento; considero que la educación es la base, brinda la posibilidad de un buen trabajo, como la de ser amable, respetuoso, la educación que se aprende en casa... usted me comprende, pregunta, porque son dos cosas muy distintas”, sostiene.

Platica de su amistad con la conocida artista mexicana Lucía Méndez, y externa: “me gusta conversar, ayudar a la gente, hacer amistades, llevarme bien con todos, de la misma manera que no me gusta la injusticia ni lo mal hecho, detesto el abuso”, reconoce.

“Sí, claro que las personas que llevo a vacunar, a las que llamo para informarle, me dan las gracias, se muestran muy agradecidas, pero aunque así no fuera, no ayudo para que me agradezcan, soy yo quien debe dar las gracias, insisto, siento algo por dentro cuando sirvo que no le puedo explicar, me siento satisfecha conmigo y lo que hago en favor de la gente y de la comunidad”.

Claudia Najarro es de las amigas que vino de lejos ‘a sorprender’ a la entrevistada el día de su cumpleaños. “La buena Lupe Arreola merece eso y mucho más, es muy activa dentro de la comunidad, siempre del lado de los migrantes, con una gran calidad humana”, dijo.

 

“Tenemos virtudes y defectos, por nosotros hablan nuestras acciones, soy transparente, quiero de verdad, aprecio mucho a mis amigos, les estoy muy agradecida... son la familia que encontré en el país donde vivo”, destaca Lupe Arreola y se ‘refugia’ en la cocina.

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