Por mucho tiempo se ha considerado que la leche es clave para que los niños desarrollen huesos fuertes y para que los ancianos prevengan la osteoporosis.
Pero la leche, una buena fuente de calcio, no es, precisan estudiosos del tema, el factor más crítico para la salud ósea, “es mejor estar físicamente activo, que tomar leche como una forma de fortalecer los huesos”.
En países como Japón y la India donde la población (por lo general) es predominantemente intolerante a la lactosa, es importante saber qué tipo de leche consumimos. “La leche materna es importante, pero la leche de vaca no lo es tanto”, afirman los expertos.
Como otros alimentos, este líquido es saludable, pero recomiendan los especialistas, cuidar que no sea tan dulce, especialmente las que se elaboran a partir de plantas. La lactosa en la leche, que quede claro, no es tan mala, lo importante es evitar que tengan azúcares añadidas,
Es importante evaluar la etiqueta de nutrición donde se comparan las cantidades de grasas, proteínas, carbohidratos y vitaminas en cada tipo de leche.
“Las leches a base de plantas no tienen grasas saturadas como la leche de vaca, es más, precisan, no elevan el colesterol tanto como la leche, sí tienen la misma cantidad de calcio, pero, por ejemplo, la leche de almendra tiene mucha menos proteína”, coincidieron.
