¿Llegar a casa y quitarse los zapatos? No lo dudes, reporta muchos beneficios

¿Existe una sensación que reporte más placer que llegar a casa después de un día agotador y quitarse los zapatos? Difícil. Nos gustan mucho los zapatos (muchísimo), pero el ser humano está diseñado para caminar descalzo. Es más, andar descalzo favorece nuestra salud integral.

Claro que hoy caminar descalzos sobre el asfalto supondría una afectación para nuestros pies, y la circulación sanguínea, pero dentro de la casa, el césped húmedo, la tierra, debemos coincidir en que reporta beneficios. 

En la planta de los pies hay terminaciones nerviosas importantes, entonces andar descalzas en casa ayuda a liberar tensiones, desbloquear emociones que a la larga provocan enfermedades.

Si estamos descalzas es más sencillo que restablecer el flujo energético natural de nuestros pies y, por ende, de nuestro cuerpo.

El calzado es un invento moderno que nos protege del ambiente en las grandes ciudades. Sin embargo, en los ambientes naturales podríamos aprovechar para conectarnos nuevamente con la naturaleza y la tierra.

Caminar descalzas nos podría ayudar a eliminar todo lo negativo que de alguna manera contribuye a afectar nuestra salud.

Estudios demuestran que tocar la tierra con los pies desnudos permite al cuerpo reequilibrar sus cargas eléctricas, un proceso básico para mantener la vitalidad y la salud.

Entre otros beneficios podemos enumerar: Alivia el dolor de cabeza y las migrañas; mejora la circulación sanguínea; disminuye el estrés y la ansiedad; reduce el dolor de espalda; permite una mayor oxigenación de los vasos y capilares sanguíneos, además, afirman, facilita tener más fuerza y resistencia venosa, lo que podría ayudar a las piernas a no retener líquidos ni ácido úrico.

Aunque el suelo sea frío, caminar descalzas no empeora el dolor de vientre durante la menstruación, lo más probable es que caminar sobre el suelo frío resulte una molestia para quien experimenta un dolor. 

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