¿La libido? El estres diario, financiero, y el deseo sexual

Los beneficios de una vida sexual activa y satisfactoria, son innumerables.

Qué te excita y cómo mantener vivo el deseo sexual, son dos puntos importantes que se consiguen con la práctica.

Hacer ejercicios, aumentar tu fuerza, mejorar la imagen física, favorecen el mejoramiento del estado de ánimo y con ello elevar la libido. Para decirlo de otra forma, también reduce el estrés. 

Los expertos consideran que es necesario encontrar métodos efectivos dirigidos a encarar el estrés laboral, diario y financiero, todo ello puede mejorar el deseo sexual.

Pero, bien vale preguntarse, de dónde viene la libido. Diferentes factores físicos y psicológicos, intervienen en lo que muchos llaman ‘disparo del deseo sexual’, intervienen en ello la educación, fantasías, sentimientos, estado hormonal, entre otros aspectos que se deben conocer.

La libido femenina cambia según la edad. Aumenta con el tiempo, alcanza la madurez sexual hacia los 35 años. Pero sobre todo aumenta con la experiencia.

Las hormonas del deseo sexual, son los estrógenos y la testosterona.

Las mujeres jóvenes tienen mayor cantidad de éstas hormonas, por eso, apuntan los estudiosos, su deseo sexual es más elevado e intenso.

Las fluctuaciones hormonales del ciclo menstrual normal de la mujer, influyen en la intensidad del deseo femenino. Durante los días que preceden a la ovulación, hay un pico de estrógenos, que aumenta la libido (excepto si su utilizan anticonceptivos hormonales).

También se puede acudir a alimentos que pueden ayudar -dicen- la granada, el chocolate negro, el jengibre, el café, las ostras, que fungen como afrodísiaco.

 

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