El rostro es la parte del cuerpo más expuesta al polvo y a todos los contaminantes que hay en el ambiente que nos rodea, sufre mucho.
Esa exposición a las impurezas, es lo que hace que la piel del rostro sea tan susceptible al envejecimiento prematuro, a la aparición de arrugas, más aun si no mantienes una higiene adecuada, por eso la limpieza facial es algo imprescindible, debes hacer de ellos una rutina.
Tras una jornada agotadora en el trabajo, llegas a casa y te esperan otros quehaceres, en lo que menos piensas es en lavarte la cara, y caes en la cama cansada, con la cara sucia... piensas: no pasa nada, me la lavo mañana al levantarme.
Con el paso del tiempo el cutis comienza a verse opaco, se han acumulado en él contaminantes, polvo, células muertas, residuos de maquillaje. El rostro requiere una limpieza facial.
Entre sus beneficios encontramos que permite una mejor oxigenación de la piel; retrasa la aparición de arrugas; la piel luce más luminosa; ayuda a disminuir la apariencia del cansancio, además, una piel limpia acepta mejor el maquillaje.
Para una limpieza facial exitosa debes humedecer tu rostro con un poco de agua tibia, aplicar un cosmético apropiado para tu piel, y enjuagar, aplica un tónico con una bolita de algodón, y al final te pones una crema humectante.
