Por Roberto PELÁEZ
Emocionada afirma “mi madre es de Obregón, Sonora, y mi papá es oriundo de San Francisco del Rincón, Guanajuato, ellos me incitaron siempre a superarme, a ayudar a los más necesitados”.
Platicar unos minutos bastan para asegurar que Yesenia Serrato, de Irvine, California, hace valer su marcado desvelo por la educación y los más pequeños.
Sobre sus estudios asevera: “Tengo mi certificado médico como, asistente médico-quirúrgica, la salud es algo que me apasiona”, apunta.
A una pregunta relacionada con la educación, sin pensarlo dos veces, resalta: “Es innegable que hemos avanzado, sin embargo falta mucho por hacer, es necesario que cada vez más los padres puedan involucrarse a lo largo de la vida académica de sus hijos, sobre todo en la educación especial, hay leyes federales que protegen sus necesidades educativas individuales y son capaces de ayudar a identificar las necesidades de ese niño a través de la intervención temprana”, argumenta.
Luego, como si hablara consigo misma, destaca: “en la medida en que los padres se involucren, conozcan, serán mejores los resultados, funcionará mejor el trinomio alumnos-docentes-padres”, ejemplifica.
Vinculada a la conocida organización local Azulblue, fundada hace varios años por Olivia Espinoza, no sorprende que la entrevistada advierta: “Un niño debe saber que es un milagro, debe saber que desde el principio del mundo no ha habido ni habrá otro como él”.
Responde a una llamada telefónica y casi de inmediato comenta: “La mayor parte de todo lo que hago en nuestra comunidad es por nuestros niños; cuando abogo por los de nuestras comunidades, es como si abogara por mis propios hijos”, puntualiza esta activa mujer, cuya labor fue premiada durante el más reciente evento de Azulblue.
Ella prosigue la plática: “hay que predicar con el ejemplo, es es lo fundamental, es perfecto para nuestros hijos, ya que siempre aprenden de nosotros, devuelven al mundo lo que les enseñamos, siempre atentos y aprendiendo de todo lo que hacemos... nada como la fuerza del ejemplo”, consigna.
Serrato no concibe su vida sin la educación, los niños, la salud, el amor por la comunidad.