Por Roberto PELÁEZ
Recuerdo aquella edición del Carnaval Internacional en el Sunset Park, bajo un sol de pocos (o ningún amigo), cuando sólo Freddy Chávez apostaba por la continuidad del evento lleno de colores, música y trajes típicos.
Después de dos años sin la fiesta -posponer el carnaval fue una de las tantas afectaciones causadas por el Covid 19-, el boliviano Chávez ratificó que persistentes como él hay pocos, volvió a multiplicarse, a viajar, a contactar con las autoridades, llamar por teléfono, cursar invitaciones. Él no sabe lo que es rendirse. A pocas horas del evento hubo un contratiempo con el escenario, “pero ya se resolvió”, comentó. Paso al folklor y la danza, a la alegría que compartimos.
Exponentes de la cultura mexicana, boliviana, salvadoreña, chilena, guatemalteca, hondureña, nicaragüense, costarricense, de República Dominicana, Ecuador y Puerto Rico y muchas más se dieron las manos en esta fiesta grande que cada vez cobra más adeptos, y que se vistió de lujo al seleccionar como Mariscal al profesor Isaac Barrón, quien acaba de proclamarse ganador en las elecciones primarias, y es querido por miles de personas, que valoran su labor con los jóvenes (más de 29 años de magisterio) y en favor de la gente de North Las Vegas.
Tras recibir la corona, Barrón y Chávez se fundieron en un abrazo, cansados por el intenso trabajo de las semanas recientes, sin embargo transmitían alegría, optimismo. Nada se consigue cruzados de brazos.
Los exponentes de Bolivia estuvieron inmensos, cautivaron a todos, y los miembros del jurado, tras debatir y valorar, le concedieron el primer lugar.
De inmediato Chávez volvió a esclarecer: “Bolivia es la anfitriona, no entra en la competencia, sin embargo quiero agradecer al jurado su excelente trabajo, y claro a mis connacionales por mostrar y defender nuestro patrimonio cultural, la música, las danzas, el vestuario, la comida... GRACIAS BOLIVIA”.
Al concluir la esperada actividad, el fundador y creador, no perdió un minuto para agradecer: “A Dios y a nuestra Virgen del Socavón, a todos los países que se unieron a la fiesta y tuvieron a bien exhibir su cultura; al vice alcalde Barrón, a los integrantes del jurado (Pily Coblentz, Mapy Durán, Maritza Maldonado, Rosita Morales, Julio Roca, Tony Germán y Carmen Iris Albino), a las ciudades de Las Vegas y North Las Vegas, a los agentes del orden, al Departamento de Bomberos, a las embajadas y consulados, a periodistas y fotógrafos... a todos GRACIAS, sin ustedes no hubiera sido posible un evento de esta magnitud”.
Hubo espacio incluso para niños que afrontan alguna condición, como el caso de Diana Gissel Rodríguez (Honduras), quien se ganó el aplausos de todos.
“Este es el objetivo, explicó Chávez, que a través de la cultura Bolivia tienda su mano al mundo y los países se unan con lo que los distingue, la música, las danzas, los platos típicos, el vestuario, la alegría... el carnaval es una manera de dar a conocer, promover, y nos llenó de orgullo ver la bandera de Estados Unidos, la nación que nos ha abierto las puertas a todos para vivir, trabajar, construir; mostrar nuestro arte es también una forma de agradecer, y me alegra que la gente se entregue, que cada año sea mejor”.
A algunos les pareció extenso el carnaval (varias horas), sugieren que Freddy cree un comité organizador (con él a la cabeza), delegue en exponentes de varios países, que todo no recaiga sobre él, sin embargo reconocen que fue un ÉXITO, así, en mayúsculas, porque es justo consignar que son críticas constructivas, para que el carnaval internacional de Bolivia (que ya alcanzó su mayoría edad), siga uniendo a gente de diferentes lugares en la bien llamada capital mundial del entretenimiento.
Felicitaciones a Freddy y a Bolivia, a quienes brindaron sus esfuerzos por el brillo de esta actividad que poco a poco cala en el público y se gana un lugar en la preferencia.
