Por Roberto PELÁEZ
La noticia dada a conocer recientemente -El Mundo la publicó en la edición correspondiente al pasado viernes 11- relacionada con la vacuna contra la meningitis exigida a alumnos que van a iniciar el grado 12 en el próximo año escolar, trajo consigo llamadas telefónicas y preguntas, pues muchos padres tienen dudas.
Lo primero que se debe conocer es la importancia de la vacuna, sobre todo en el aspecto preventivo, y que la exigencia o requisito entra en vigor al finalizar junio, específicamente para los estudiantes en cuestión, además, se aplicará a las escuelas públicas, privadas, y las charter del estado.
Autoridades de salud recomiendan dos dosis de la vacuna anti meningocócica (denominada MenACWY), con el marcado objetivo de conseguir una protección completa, dosis inicial administrada a los 11 ó 12 años y luego una dosis de refuerzo a los 16.
La meningitis, precisan los especialistas, es una inflamación de las membranas de la médula espinal y el cerebro, provocadas por una infección viral, aunque también puede ser bacteriana; algunos tipos de esta patología pueden prevenirse con una vacuna.
La vacuna, advierten las autoridades de salud, es la mejor manera de obtener la inmunización si de prevenir la meningitis se trata, de ahí la estrategia aplicada desde hace algunos años de exigir la primera dosis de requerir la referida vacuna a los estudiantes que ingresaban al séptimo grado.
El requisito que entrará en vigor iniciando julio se aplica a algunos estudiantes con la intención de que reciban su refuerzo cuando ingresan a su último año en la preparatoria.
La meningitis se puede contraer de persona a persona, por intermedio de las llamadas ‘gotitas respiratorias’, y entre las maneras más frecuentes se pueden enumerar los estornudos, la tos, los besos, e incluso la convivencia de muchas personas en un área pequeña.
A la pregunta de qué va a pasar con los jóvenes que entran al 12 grado y no recibieron antes la vacuna inicial, la respuesta de los especialistas es que bastará con que accedan a una sola dosis. “Preadolescentes (11-12 años) y adolescentes (16 años) se vacunan a estas edades precisamente para que estén protegidos cuando corren el mayor riesgo de exposición e infección por la meningitis.
Vale significar que la meningitis es una enfermedad de las consideradas graves, las bacterias pueden inundar o infectar el torrente sanguíneo, el cerebro y la médula espinal. La más común es la meningitis viral, la bacteriana es menos frecuente y puede ser mortal. Aunque cualquiera puede contraer la enfermedad, las personas con sistema inmunológico débil son más propensas a contraer la patología.
Se debe conocer que la enfermedad se propaga con facilidad, más aun entre quienes conviven en la misma casa, comparten habitaciones. Los síntomas son fuertes dolores de cabeza, fiebre de momento, náuseas o vómitos, además de rigidez en el cuello.
La variante más peligrosa, aun cuando se aplique tratamiento de manera oportuna, puede causar la muerte de 10 o más entre un centenar de personas contagiadas, por eso es tan relevante prevenir, y como quedó claro en párrafos anteriores, la vacuna es la mejor manera de protegerse, evitar; las secuelas también pueden ser significativas y afectar a alrededor de una veintena de las personas enfermas.
La mayoría de las personas se recupera de la meningitis, sin embargo la infección puede tener como consecuencia discapacidades, daño cerebral y pérdida auditiva, dificultades de aprendizaje.
Respecto a la vacuna o inmunización puede tener efectos secundarios, entre ellos dolores musculares y fatiga, sin embargo éstos son pasajeros y no deben durar más de dos días, para algunas personas los efectos pasan inadvertidos. Siempre será mejor la inmunización.