Por Roberto PELÁEZ
Contento, orgulloso por los éxitos de jóvenes que un día formaron parte de la Unión de Estudiantes Hispanos (HSU, por sus siglas en inglés), el conocido profesor Isaac Barrón resalta que la organización se funda en 1989, está próxima a cumplir tres décadas, y una de sus prioridades es que cada año el vínculo con la comunidad sea más fuerte, por eso hay que reiterar el aporte, la contribución de los migrantes a esta hermosa nación.
De baja estatura, apasionado por las matemáticas, proveniente de una familia de pocos recursos, Andrés Padilla recuerda con cariño a sus maestros de la preparatoria, sobre todo a Isaac Barrón y a Reuben D’Silva.
Recién graduado de ingeniero de aviación militar en la Universidad de California Los Ángeles, Padilla, no olvida, “en gran medida, afirma, una parte de lo que somos se lo debemos a profesores como ellos, y también a HSU, ellos nos incitaron a ser cada vez mejores estudiantes y mejores como seres humanos, a corresponder al sacrificio de nuestros padres, que un día dejaron todo atrás y vinieron a este país en busca de una vida mejor”.
Joselyn Vázquez, quien al igual que Padilla en un momento determinado lideró la organización estudiantil, reitera: “Decir Barrón es decir HSU, él es un profesor muy querido, siempre nos alentó a estudiar, a obtener altas calificaciones que nos abrieran las puertas de las becas, seguir adelante por un mejor futuro, y estar muy unidos a la comunidad”.
El joven ingeniero asevera: “no podemos olvidar los obstáculos que enfrentaron nuestros padres, la barrera del idioma, los trabajos más difíciles, el encuentro con otra cultura, y no se rindieron, al contrario, entonces estudiar, ser buenas personas, es una manera de corresponder al sacrificio de quienes lo dejaron todo detrás; en muchos casos somos los primeros de la familia que tienen oportunidad de ir a una universidad en los Estados Unidos, y los padres viven orgulloso de eso”, significa.
Barrón, quien también funge como vice alcalde de la ciudad de North Las Vegas, no descansa a la hora de alentar a los jóvenes, siempre les platica de la gente, del trabajo de los migrantes, sus contribuciones en lo económico, cultural, deportivo, les dice una y otra vez que el futuro pasa por la educación.
“HSU, precisa, se distingue por la motivación para el liderazgo de los jóvenes hispanos, estrecha sus lazos y relaciones con los integrantes del grupo, los profesores, y la comunidad; sirve también, advierte, para motivar a la unidad, defender las causas justas, incentivar en los jóvenes preocupación por mejorar su entorno, va más allá, como organización, del aspecto escolar... estos primeros 30 años, agrega, se han ido muy rápido y nos han permitido conocer a muchos jóvenes valiosos, con talento, que superan los obstáculos y nos brindan lecciones, a eso contribuye HSU”, puntualiza el profesor.
“Nuestra labor, aparte de enseñar en el aspecto docente, es también guiar a los jóvenes, apunta Barrón, enseñarles el camino para que sean mejores personas, salgan adelante, sean el orgullo de sus padres, de la comunidad, de sus profesores, y en ese sentido HSU desempeña un papel prominente...
“Me alegra sobremanera, añade el profesor, que generaciones de jóvenes hayan pertenecido a las filas de esta organización; siento un gran orgullo cuando esos mismos estudiantes vuelven a la escuela (Rancho High School) a platicar con los que aun no se han graduado, mantienen vivos sus recuerdos, y eso es algo hermoso”, indica.
