Un día sin electrónicos; una fiesta dedicada a toda la familia

Por Roberto PELÁEZ 

El llamado día sin electrónicos cumplió las expectativas, no sólo por ser el primero -en siete ediciones- en llevarse a cabo en un parque, en un área grande, para toda la familia, también por el trabajo organizativo, la disciplina de los participantes, las variadas opciones de entretenimiento, y claro, el esfuerzo de los voluntarios que secundaron a Amanda Salazar para hacer suyo el evento.

Desde horas bien tempranas del sábado 22, el parque localizado en el 2555 de la Jones, casi esquina con Smoke Ranch, se vio “invadido’ por un grupo de personas, de diferente edades, deseosas de poner ¡por un día! los electrónicos a un lado y volver a los juegos de nuestros abuelos, de nuestros padres... con los que crecimos, como bien argumenta Salazar, a quien se debe la idea.

Todo fue muy bonito, familiar, no podemos olvidar que Familias Unidas en Acción (FUA) es la organización que llevó a vía de hecho esto del día sin electrónicos, por supuesto, con el apoyo de muchos voluntarios, argumentó; soñaba con que un día consiguiéramos llevar la idea más allá de la calle donde vivimos, que la idea se expandiera, más personas la abrazaran, y el del sábado 22 fue un paso tremendo, abundó, por eso ahora pretendemos que se extienda más allá del valle, es algo lindo, muy noble, e involucra a todos.

Carreras de sacos, brincolín, yoyo, trompos, jalar la cuerda, hula-hula, canicas, juegos con el balón, el payaso... fue una fiesta, remarcó Salazar, y aunque estamos muy contentos, sabemos que podemos hacer más, sumar, convocar a todas las familias, agregó.

¿Condiciones? Claro, precisó Salazar, desde la primera edición de ‘un día sin electrónicos tenemos una condición... los padres no pueden dejar a los niños solos, tienen que participar en familia, muchas veces enseñarle a los pequeños el como es el juego, las reglas, porque los menores no conocen, quizás ni habían escuchado hablar de esos juegos, esgrimió.

Basta platicar unos minutos con Salazar para convencerse de que ella no se da por vencida de manera fácil, al contrario, hace siete años se le ocurrió eso de un día sin electrónicos, de poner a toda la familia en función y olvidarse por horas del teléfono, la tablet, el televisor, la computadora, los video juegos; cada edición la idea fue tomando fuerza, recordó.

Contactó a amistades, a activistas, a personas deseosas de hacer realidad aquella idea, entonces no fue extraño ver en las reuniones a Dalinda Torres, Xenia Gómez, Carlos Silva, a integrantes de la familia, a vecinos, todos con voz y voto, acariciando ideas, moldeándolas, hablando de payasos, de piñatas, de almuerzos familiares, y claro, de una veintena de juegos.

 

Y con el sábado 22 llegó el gran día, un día para toda la familia, con juegos variados, alegría, diversión, y al menos por unas horas nadie se acordó del teléfono... lo que es mejor, Amanda Salazar y compañía quieren que la idea se extienda por el valle.

 

Top