Por Roberto PELÁEZ
“Soy un niño con necesidades especiales... quiero decir que cuando llegué aquí estaba enojado, en la escuela me han hecho bullying... pinté las flores y ya estoy contento”.
Fueron frases de un adolescente mientras mostraba a todos el cuadro recién pintado.
Fue uno de los tantos talleres que ofrece Tocando vida TU RED, que atienden la sicóloga Dulce Guzmán, secundada por Giovani Sánchez, son dos horas en otro mundo.
A una pregunta de la especialista la pequeña Ximena respondió: “me gustó el cuadro con flores que pintó mi amigo el de los lentes, veo tranquilidad en las flores”, agregó.
“Me descubro con las flores, a veces siento enojo, tristeza, felicidad, sufro mucho por mi identidad, he pasado por cosas feas, son muchas emociones”, apuntó el adolescente, quien añadió “en el taller me puedo alivianar, siento que me ayuda, los ejercicios hacen que me sienta mejor”, apuntó.
Guzmán invitó a un grupo de pequeños a sentarse en el suelo, “vamos a hacer un círculo, indicó, comenzamos con el juego llamado ‘el globo preguntón’, pasamos el globo y el niño que se quede con él hace una pregunta a quien tiene al lado”.
Al dar la voz de Ya, Ximena tenía el globo entre sus manitas, se volvió y preguntó “¿quién te regaló el collar que traes?”. La niña más próxima respondió: “yo me lo hice”. Todos la felicitaron.
Otra vez el globo paseo de manos en manos. Se detuvo, y la pregunta no se hizo esperar: “¿por qué viniste al taller?”. La interpelada respondió: “vine para aprender a hacer esferas navideñas”.
Unos pocos minutos y la sicóloga sugirió cambiar la actividad “vamos a hacer ejercicios... nos estiramos como si quisiéramos empujar el techo, después tratamos de tocarnos los zapatos...
“Podemos, dijo, platicar sobre algunos valores, a ver, qué valores ustedes conocen, salieron a relucir amor, amistad, generosidad, ser amable... y la sicóloga-maestra hizo énfasis en que se acerca el día de acción de gracias, y debemos ser ‘agradecidos’, respondieron a coro los pequeños.
Tocaron a la puerta y se apareció Alex con su esposa y los niños, tras los saludos, Guzmán quiso saber si los recién llegados conocían algún valor.
Luego advirtió “llegó el momento que esperaban, vamos a aprender a hacer esferas navideñas”. Entre risas y aplausos se fueron a la sala contigua.