Por Roberto PELÁEZ
A pesar de descender un punto (13,2) la tasa de desempleo en Nevada es la más alta a instancia nacional, pero la cifra resulta un aliciente si se tiene en cuenta el ‘pico’ durante la llamada Gran recesión del estado, provocada por el Coronavirus.
Agosto trajo consigo este descenso -de un punto completo respecto al mencionado ‘pico’-, y claro que es alentador, sólo que no alcanza para salir del puesto 51 en el listado nacional, es un claro indicador de que queda mucho por hacer para revertir esta complicada situación.
Desde que comenzó lo del Coronavirus con su nefasta carga de fallecidos, casos registrados, personas hospitalizadas, centros de trabajo cerrados y por supuesto una cantidad más que considerable de gente sin empleo, la tasa no alcanzada este 13,2. El número está lejos de ser el ideal, el que se desea y para el que se trabaja, sin embargo funge como un aliciente, un signo alentador de que los esfuerzos van en buena dirección, pero a un paso que a muchos se les antoja lento.
Junto a la tasa de desempleo -es muy difícil desligar una de la otra- es necesario tener en cuenta lo relacionado con las reclamaciones de beneficios, que muestran un ligero aumento, cuando hace pocas semanas se llegó a su nivel más bajo. Este también es un parámetro a seguir de cerca, que no puede perderse de vista.
El COVID-19, enfermedad aparte, tiene incuestionablemente un peso en lo que respecta al mercado laboral, incide sobre él directamente, y es válido apuntar que hay un avance que involucra a los negocios y al público o los usuarios, en tal sentido las reaperturas resultan una nota favorable, que ayuda, siempre que no ponga en riesgo la salud de dueños, empleados y público.
Comparado con uno o dos meses atrás hay una mejoría sustancial en el mercado laboral, algo que reconoció David Schmidt, quien funge como economista en jefe del Departamento de Empleo, Capacitación y Rehabilitación de Nevada (DETR), sin embargo como él mismo apuntó para la recuperación total falta mucho por hacer.
Retomando las reaperturas, específicamente los bares de los condados de Clark y Elko, (autorizados a abrir desde el pasado lunes 21) son un incentivo, y se espera contribuyan a una mejoría en los números vinculados al empleo y la economía.
“Estoy a favor de la reapertura, la necesitamos todos, porque la economía del estado y de las familias está por el suelo, pero aun dependemos del dinero del desempleo..., recibimos beneficios desde hace casi cuatro meses”, comentó Silvia Paniagua, quien laboraba en uno de los céntricos hoteles de Las Vegas, y no pierde la esperanza de que la llamen a trabajar, aunque, agrega “no llevo tantos años como otros empleados que conozco”.
“Creo que recibí un ‘pago final’, pero si no me llaman a trabajar es un problema, entonces tal vez debo aplicar a un programa de extensión, porque de otra forma no es nada fácil, primero tuve dificultades para recibir el pago que me debían, y ahorita me platican de ‘pago final’, lo que necesito es que me llamen a trabajar y mire como está la situación.
“El MGM, que es una compañía conocida tuvo que dejar fuera a muchos empleados, por eso es que aumenta, creo yo, la cantidad de solicitantes de beneficios por un lado y de las solicitudes aun pendientes... creo que el pago de los beneficios debe ser más rápido, hay muchas necesidades, pero no dejo de reconocer que es complejo”, externó contrariado Enrique Gómez.