Talentoso futbolista Zamir Loyo... ¡Tantos ojos no pueden estar equivocados!

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Personas ligadas por muchos años al futbol habían puesto sus ojos en el y emitido criterios favorables. 

Los experimentados Efraín Martínez, Everardo Mendoza, Víctor ‘Gato Azul’ Peláez, Felipe Loyo y Sergio Reyes, apenas vieron unas pocas salidas del muchacho a la cancha, se adelantaron en opinar, colmarlos de halagos y vaticinarle una carrera exitosa.

Por varias temporadas Zamir Loyo (hijo de Felipe y hermano de Emerson) se enfenta a jugadores de más edad.

“Lo más llamativo de él, dice Felipe, es el talento, sus habilidades, que desde temprano se propusiera metas que sabe puede alcanzar... junto a todo eso, está la disciplina, la calidad humana, su concepto de juego, tiene todo lo necesario para imponerse, llegar aun más lejos”, sentencia.

Reyes, que también por mucho tiempo entrena a niños deseosos de aprender, los guía casi desde cero, quedó impresionado por el desempeño del chico, después el avance ha sido ostensible “es que mejora por día, se entrega en los entrenamientos y los partidos, capta casi de inmediato las indicaciones, más lo que decía Felipe, su visión del juego”, destaca.

“Se dice fácil, interviene Felipe, sin embargo jugar con buenos resultados ante rivales que te aventajan en edad, que tienen un nivel alto, considerable, exige mucho sacrificio, fuerza de voluntad para entregarse en los entrenamientos y los partidos, eso es algo que no puede pasar inadvertido”.

Volviendo a los ojos de estos avezados e incondicionales amantes del futbol, muchas veces no basta con los conocimientos, la capacidad de transmitir técnica, estrategia, es importante el llamado ojo clínico, la posibilidad de distinguir con unas pocas ojeadas hasta dónde puede llegar un niño, un adolescente, un joven, con sobrados talentos.

Sirvan estas líneas para reconocer, resaltar las magníficas condiciones de Zamir Loyo, sus destacadas presentaciones, llamar la atención sobre él, y también elogiar el desempeño de los padres, sus entrenadores, los que fueron capaces de vislumbrar que estaban delante de un jugador que iba a dar de que hablar.

 

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