Sergio Gregorio Pascual: “Para mí el aprender no ocupa lugar”

Por Roberto PELÁEZ

Aunque lleva 18 años ligado a la construcción, primero en Montana y luego en Utah, el queretano Sergio Gregorio Pascual está lejos de esgrimir ‘que se las sabe todas’.

“Al contrario, dice, creo que siempre se puede aprender algo nuevo, la construcción abarca un número grande de labores, diferentes una de las otras, y lo más importante es mostrar interés por aprender, mirar, preguntar a los de más experiencia”, destaca.

Oriundo del estado mexicano de Querétaro, con ocho hermanos -uno de ellos lamentablemente falleció-, apunta que lleva 18 años en los Estados Unidos, “viví en Montana, en Utah, y desde hace nueve años aquí en Las Vegas, es una ciudad que me gusta mucho, la comunidad es muy solidaria”, afirma.

“Todos mis hermanos, explica, permanecen allá, en Querétaro, con mi madre... iba a regresar -añade- cuando perdí a mi padre, pero mamá platicó conmigo, estaba acompañada de mis hermanos, había costeado el tratamiento médico de papá, y decidimos que siguiera aquí, trabajando, ayudando”, enfatiza.

“Claro que puedo hacer muchas cosas relacionadas con la construcción, tal vez no al ‘ritmo’ en que lo hacía hasta hace poco, antes de sufrir un accidente, pero he aprendido, a lo largo de estos años he puesto atención al trabajo de muchos de mis compañeros de labor, y algo se pega”, dice sonriente.

“Admiro mucho a mi mamá, expresa, en los primeros años acá la extrañaba, también a mis hermanos, recordaba nuestros juegos, la convivencia, y mire, Dios puso en mi camino a una familia, en Utah, el matrimonio de Nicolás Ríos y Magdalena Reyes, de Guadalajara, Jalisco, a sus hijos (Omar, Celina y Nicolás), a ratos nos comunicamos, les estoy muy agradecido, ellos me acogieron como a un hijo”.

La madre de Sergio desempeña un papel importante en el rescate de costumbres y tradiciones en Querétaro “se había perdido la ‘Danza de los pastores’ -explica el entrevistado-, mamá se dio a la tarea de recuperarla, promoverla, y ha tomado auge otra vez, se baila en varios eventos, cada año se escoge a un líder, y ella lleva tiempo al frente, eso requiere recursos, ayuda, para que sea algo bonito, el vestuario, lo que sea necesario, y yo pues aprendo computación, lo básico, navegar por internet, escribir”, señala optimista.

 

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