Por Roberto PELÁEZ
“Aunque lamentablemente aun no se dispone de una vacuna contra el COVID-19, ahora mismo podemos asegurar que Nevada estará listo en cuanto se cuente con ella para su distribución y aplicación”, afirmó Steve Sisolak, gobernador del estado.
Según se pudo conocer los trabajadores de la salud, empleados de laboratorio, socorristas, serán de los primeros en obtener o recibir la vacuna contra el Coronavirus, en correspondencia con el borrador de un plan de vacunación confeccionado para cuando llegue el momento al que hacía referencia el gobernador.
Según palabras del propio gobernador la ronda inicial de vacunación se va a centrar en los núcleos poblacionales de mayor riesgo, ahí se incluyen, por supuesto, quienes se desempeñan como proveedores de atención médica, que laboran de manera estrecha con personas afectadas por el virus, ancianos, aquellos que presentan afecciones médicas subyacentes, además de los trabajadores considerados esenciales.
Durante la intervención del gobernador trascendió que al menos en los primeros momentos el estado no va a recibir una cifra suficiente de dosis de la mencionada vacuna, de ahí importancia del borrador del plan de vacunación, confeccionado tomando en cuenta el aspecto señalado antes (las prioridades para recibir la inmunización) en correspondencia con el riesgo.
El señalado plan ordena por prioridad las categorías de los nevadenses para recibir la vacuna; es válido echar un vistazo a las categorías para estar lo más informado posible sobre el tema, y de paso conocer la profundidad con la que se ha elaborado dicho borrador.
Antes de proseguir se debe consignar que el borrador del mencionado plan de vacunación del estado ya se dirigió a los llamados Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) a instancia federal, desde mediados de octubre y está pendiente de aprobación; la solicitud de estos planes se hizo a todos los estados, al parecer lleva un proceso de análisis por si se debe hacer algún cambio, y posterior aprobación.
En los primeros dos niveles -de cuatro- aparecen los pertenecientes a la fuerza laboral considerado de infraestructura fundamental, se trata del personal hospitalario, empleados de laboratorio, agentes del orden (policías), farmacéuticos, luego personas de educación, cuidado infantil, trabajadores de transporte público, educación superior, empleados de comercio minoristas, todos ellos en el segundo nivel o grupo.
Las personas que residen en asilos (permanecen allí de manera permanente), las que no disponen de hogar, quienes están en correcionales, las personas con mayor riesgo de enfermedad (ancianos o con problemas subyacentes), que pueden contagiar o ser contagiados con el virus, aparecen ubicados en el nivel tres.
Los adultos sanos, comprendidos entre los 18 y 64 años, fueron colocados en el cuarto nivel. Se da por descontado que además de distribuirse en correspondencia con los grupos prioritarios, las vacunas se van entregar a los condados que presentan un riesgo elevado de propagación del Coronavirus, para lo cual se tendrán en cuenta los criterios del Grupo de Trabajo de Mitigación y Gestión COVID-19, que muestra una labor sostenida.
El plan general de respuesta a la vacuna COVID-19 se va a dividir en tres fases o etapas: La primera llegará a poblaciones prioritarias; la segunda tendrá como objetivo primordial garantizar que todas esas poblaciones hayan sido vacunadas y se ampliará a la población; la tercera se centrará en lo que han denominado ‘acceso equitativo a la vacunación’, el marcado propósito es aumentar como es lógico las tasas de vacunación.
