Pintor, grabador, Wilson Posada... Artista de los pies a la cabeza

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Por Roberto PELÁEZ

A base de interminables horas de trabajo, de pintar, grabar, enseñar, predicar con el ejemplo, Wilson Posada se ha convertido exactamente en eso...¡un artista! Lo que dicho en buen español significa palabras mayores.

De Las Tunas, en el oriente de Cuba, Posada une a su sólida formación, un deseo de hacer que no conoce de tregua. Él es de los que graba, pinta, siempre está dispuesto, sin reparar un segundo en la envergadura del proyecto del que le platican o invitan a tomar parte.

Pequeño de estatura, con un corazón inmenso y un colosal amor por las artes, desde hace varios años es de los convocados a pintar o restaurar lo relacionado con el famoso -a instancia mundial- Jardín del hotel y casino Bellagio.

Murales, cuadros, grabados, reconocimientos que llevan su nombre por derecho propio, resulta difícil hablar de las artes plásticas en el valle y que su nombre no salga a relucir. Él es un orgullo de la comunidad hispana. Hacendoso como pocos, estudioso, explora, se acerca a diferentes técnicas, lo hace con seriedad, profesionalismo, entrega.

Posada se las ingenia para multiplicarse, estar aquí y allá, donde se respire arte, encara disímiles proyectos, sin descuidar por un segundo su profesionalismo y magisterio.

Hombre de pocas palabras, prefiere conversar o mejor aún, que por él hablen sus instrumentos de trabajo, las largas horas de estudios, el enseñar con el ejemplo. 

Cuando le platicamos sobre su participación en el Primer Encuentro Internacional de Escritores (diciembre 2022) o en la exposición ‘Reflejos del alma’ en la Galería Kaleidoscope, miró por unos minutos su congestionada agenda y respondió: “Estoy apretado de tiempo, pero voy a estar allí... quiero exponer junto a Ángel Delgado (Cuba), Juan D’ Varela (México), Tina Rivera (República Dominicana), Amanda Unzueta (Chile) y el talentoso joven Miguel Díaz (Venezuela)”. Así fue. Gracias por estar. 

Lo mejor es que no olvida sus raíces, a las personas que contribuyeron a su reconocida formación artística, con la mayor sencillez del mundo les agradece. “Entregarme con todas mis fuerzas al arte es también una manera de dar gracias a quienes me enseñaron el camino”, apunta con humildad.

Así va Posada... SEMBRANDO.

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