Peter Mazzeo... El mejor abogado en daños personales y materiales

Por Roberto PELÁEZ

Tres palabras, sólo tres palabras sirven para retratar de cuerpo entero al abogado Peter Mazzeo: apasionado, experimentado, y por si fuera poco... competitivo.

Graduado en Brooklyn Law School, con más de 30 años de experiencia, los últimos 14 en Las Vegas, Mazzeo reconoce que para él lo primero es la pasión por por la abogacía, por las leyes. 

“De niño, recuerda, las películas de abogados (Testigo de cargo, El Veredicto, Anatomía de un asesinato, Matar a un ruiseñor...) me llaman la atención, ver a un hombre conocedor, valiente, deseoso de que se imponga lo que es más justo, parado frente a un jurado, mostrando evidencias, convenciendo a un grupo de personas, es algo apasionante, me gusta mucho mi profesión”.

Seleccionado entre los 100 mejores abogados de Las Vegas en 2016 y 2017, sus ojos adquieren un brillo especial cuando recuerda el momento en que le notifican que su nombre aparece entre el centenar de abogados más sobresalientes de los Estados Unidos en el 2018.  

“Por un lado la noticia me sorprende, subraya, y por otro tengo conciencia del trabajo que realizo, de mi experiencia, de la entrega en favor de la profesión y de cada uno de mis clientes”, resalta.

“Es un orgullo, apunta sonriente mientras señala a la placa, colgada a pocos metros de él, y me motiva a dar siempre lo mejor, a poner en práctica una y otra vez los conocimientos, la experiencia”, precisa.

Accidentes de tránsito, negligencias médicas, mordeduras de perros, resbalones que pueden causar lesiones, clasifican dentro de la especialidad de este hombre, que sostiene: “muchas veces las aseguranzas no quieren pagar la cantidad que deben a un cliente, y éste puede confiar en que apoyado en la experiencia le voy a conseguir la mayor cantidad posible, atención médica, va a estar al corriente de su caso, va a poder platicar conmigo en todo momento”, significa.

“Me llena como ser humano, como profesional, afirma, defender a alguien que no conoce el sistema de justicia, que tiene una lesión, que es sencillamente la parte débil del problema y necesita que alguien lo defienda, para eso estoy aquí, siempre disponible, dando la cara”.

Se excusa por unos minutos para atender a una persona, da las indicaciones precisas, luego sube las escaleras con pasos rápidos, y continúa: “es relevante tener experiencia, defender frente a un jurado, ante la Corte Suprema de Nevada, a un cliente, si el caso lo requiere ser agresivo, defender al cliente con todas las fuerzas y argumentos posibles... es algo que reporta una experiencia y confianza en el triunfo, la satisfacción de mi defendido.

“Pasión aparte, porque estoy enamorado de mi profesión, dice, tengo la experiencia, y el hecho mismo de que el 65 por ciento de mis clientes pertenezcan a la comunidad hispana, me permiten asegurar que muchas veces la gente no se detiene a ver el historial del abogado, su experiencia, la manera en que defiende a sus clientes, falta eso, estar más informado”, asevera.

“Y por otro lado soy muy competitivo, odio perder más que lo que me gusta ganar, precisa, siempre hago mi mayor esfuerzo por salir airoso, porque mi cliente quede conforme, reciba lo que se merece, desde una atención esmerada, platicar una y otra vez conmigo, hasta la solución del caso, aunque haya que ir hasta las últimas instancias.

 

“Esos son mis argumentos, comenta con un brillo especial en los ojos, la pasión y amor por la profesión, mis más de 30 años de experiencia, el ser competitivo... y pongo todo eso a disposición de quienes se acercan en busca de mis servicios, además de ser un abogado asequible en todo momento, porque los problemas de mis clientes son mis problemas, yo debo resolverlos”, afirma categórico.

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