Por Roberto PELÁEZ
A medida que pasan los días en el hogar de la talentosa violinista Carolyn Salvador Ávila hay una mezcla de alegría y nostalgia... la muchacha se irá en el verano a Washington para trabajar en el Congreso de esta gran nación. La madre, quien lidera a los chilenos del valle, a ratos no puede impedir que afloren las lágrimas.
Antes de tocar en junio del 2021 durante la presentación del libro de cuentos Gentes I, la artista había acariciado la idea de ser cirujana pediátrica, después se impuso la música, las largas horas de aprendizaje y ensayo, los concursos y conciertos... se abría un abanico inmenso de posibilidades.
“Se impuso en el Silver State Competition”, comenta con sano orgullo Carolina Ávila, aquello fue como un justo premio a su dedicación y entrega, al insaciable deseo de aprender algo nuevo todos los días, de ensayar y volver a ensayar en busca de la perfección, sus disciplina y profesionalismo. Nunca le han faltado en casa las palabras de aliento.
Estudiante de sicología criminal en UNLV, la violinista también estuvo en la presentación de Gentes Volumen II, su duo con el excepcional músico Mariano González (arpa) puso a todos de pie. Se impusieron los aplausos a estos artistas, orgullo de Las Vegas.
Excelente ejemplo de los jóvenes de estos tiempos, comprometida, capaz de esgrimir y defender sus criterios, no descarta involucrarse en la política, quizás la pasantía en el Congreso el próximo verano acabe por decidirla. Por el momento quienes la conocen, la escuchan tocar, platican con ella, dan fe de su calidad humana, de la entrega y pasión que la asisten.
Horas antes de comenzar el Primer Encuentro de Escritores Hispanos (diciembre 10 de 2022) en el Ayuntamiento de North Las Vegas, atendí en calidad de presidente del grupo Literarte una solicitud de Carolyn... “quiero estar en ese acontecimiento, tocar el himno de Estados Unidos”.
Aquel día, junto al trovador Tony Germán, el pintor y grabador Wilson Posada, el sobresaliente Juan D’Varela, el inmenso Mariano González y el Mariachi de Rancho High School, escribí con significativa satisfacción interna, el nombre de una chilena-estadounidense: Carolyn Salvador.