Por Roberto PELÁEZ
De baja estatura y hablar pausado, el boliviano Freddy Chávez es un apasionado de la cultura que sobresale en aquel país, aunque, asegura: me gusta conocer lo que distingue a cada nación.
“No tengo dudas de que la cultura es la que nos hace fuertes, llevo muchos años en Las Vegas, apunta, y usted se puede encontrar a personas con documentos, sin documentos relacionados a su estatus migratorio, que le guste o no la política, pero lo difícil es encontrarse a alguien ajeno a la cultura.
“Mire, prosigue, tal vez a alguien no le guste la música, el baile, pero le atrae la comida típica, o el vestuario, simpatiza con éste o aquel artista, con un escritor, con esta o aquella novela, y todo eso es cultura, por eso soy del concepto que la cultura adquiere otra connotación”.
Conoce profundamente todo el folklor de su país, la música, los bailes, la manera de vestir en correspondencia con la zona en que viven sus connacionales, habla de Potosí, Oruro, Cochabamba, Santa Cruz, Beni, como si hubiese llegado ayer de un recorrido por cada uno de esos lugares.
“El lugar de mi país que no he visitado, lo he estudiado, o conozco a alguien y le pregunto, dice, sé de su música, de sus bailes, de sus comidas, a propósito, ha probado usted las salteñas... si se come una se come cinco, se lo aseguro.
“Y es precisamente la cultura lo que nos une, lo acabo de corroborar hace poco, en las elecciones de medio término, los hispanos salieron a votar, demostraron su fuerza -y todavía podemos hacer más, indica-, porque se sintieron ofendidos, maltratados, por decirlo de otra manera, sintieron (o sentimos) humillada, vapuleada nuestra cultura... y dijimos no.
“Mire, destaca, cuando un político se acerca al electorado, quiere conocerlo, aprender de su cultura, de su gente, del país, de su música, la comida, tiene muchas posibilidades de ganar, porque el hispano es sensible con quien lo escucha, le pregunta, con el que no lo pone a un lado... el hispano se identifica con quien le habla de su cultura, de lo que lo distingue”.
Artífice del llamado ‘Carnaval Internacional de Las Vegas, el entrevistado señala, “el ‘Carnaval...’ es otro ejemplo, cuando después de mucho pensar qué hacer por nuestra cultura, me inclino por ese evento, con la posibilidad de que en diferentes carros la gente (de Bolivia, Chile, Colombia, Nicaragua, El Salvador, Puerto Rico, Dominicana, Venezuela, Honduras...) muestre lo suyo, la manera de vestir, de llevar un sombrero, una túnica, la música, de bailar, lleve su bandera.
“El ‘Carnaval tuvo obstáculos, resalta, muchos pensaron que no ‘iba a pegar’, que iba a morir después de una o dos ediciones... y ahí está, cada año es mejor, atrae a más personas; visito a los grupos comunitarios, platico con sus líderes, los bolivianos respaldan los eventos; hoy la gente espera el ‘Carnaval...’, hasta vienen personas de otros países por la fecha de nuestro evento para disfrutarlo.
“Siempre recuerdo cuando le platiqué la idea del ‘Carnaval’ a Eddie Escobedo Sr., después de escucharme me dijo cuatro palabras: usted no se detenga... y no podemos detenernos, porque ese evento es cultura, la cultura de todos, y crece”, afirma categórico.