Por Roberto PELÁEZ
Una familia puede adoptar a un policía, invitarlo a su casa, a un desayuno, una cena, intercambiar aspectos de sus diferentes culturas, y por supuesto el objetivo fundamental es contribuir a estrechar aún más el vinculo con la comunidad.
La información fue ofrecida por el oficial David Ciénega en su reciente visita a las oficinas del periódico El Mundo.
El policía adoptado puede ser bilingüe o no, de procedencia estadounidense o no, lo importante es propiciar el roce, que las familias conozcan al agente, algunos aspectos relacionados con sus funciones, su cultura, y de paso dar a conocer las suyas, o sea que haya un intercambio fructífero para los involucrados y también para los vecinos que pueden acercarse curiosos, comentó Ciénaga sonriente.
Esto de la adopción, agregó, se une a otros eventos como el relacionado con la paz, el denominado “Noche Nacional de Unidad”, “Desayuno con un policía”, el servicio que ofrecemos en el Consulado de México, entre otros.
Quiero aclarar, dijo el oficial, que aunque estamos dos días a la semana en el Consulado de México, allí atendemos a todos, sin importar nacionalidad, tratamos de tener una respuesta para quienes se acercan con inquietudes o algún problema, o sencillamente le informamos que debe hacer, como proceder, de manera que la persona se retire satisfecha, resaltó.
Con casi un cuarto de siglo dentro de las filas de la Policía Metropolitana de Las Vegas, el entrevistado asegura que los policías están para brindar un servicio.
Nuestra razón de ser, significó, es tratar de garantizar la tranquilidad ciudadana, que las familias puedan ir al trabajo, a la escuela, a las tiendas, hacer sus diligencias, vacacionar, confiadas, tranquilas; nos empeñamos en combatir el delito, enfrentarlo, en función de esa tranquilidad que necesita, requiere cada persona y su familia, remarcó.
A una pregunta sobre recientes sucesos en que han salido a relucir comentarios sobre abuso policial y otros, afirmó categórico: por mi experiencia sugiero que se escuchen las dos versiones, muchas veces antes de que suceda algo tiene lugar una plática, el oficial tiene información sobre el sujeto que la gente no posee.
Lo que procede es saludar cortésmente, identificarse, explicar a la persona porqué se le ha pedido detenerse, solicitarle su identificación... a veces el caso exige que se pongan las esposas, pero se debe recalcar que como mismo se colocaron, si no hay problemas, se pueden quitar.
Escucho comentarios de que el policía involucrado en determinado caso es racista, es extremista, subrayó Ciénega, y no lo dudo, sin embargo trato siempre de explicar, de poner ejemplos para convencer; sucede que a veces un agente es tildado de racista porque no habla español y cuando hizo preguntas no entendió. Por experiencia digo que el policía racista dura poco dentro del Cuerpo.
Reitero que la Policía no tiene que ver con asuntos migratorios, en ese sentido no debe haber animadversión entre la comunidad y los agentes, no deben vernos con miedo, al contrario, puntualizó; cuando comencé hace más de 20 años había más miedo, más rechazo, como una barrera, hoy ese miedo no es tan significativo, pero no debe haber nada que nos separe, somos trabajadores del orden como otras personas son trabajadoras de esto o aquello.
Es bueno que la gente sepa que se requiere mucha pasión para ser un buen policía, tiene que nacer de uno, resaltó.
La Academia Civil Hispana
El 5 de septiembre del 2007 comenzamos con las primeras clases de la Academia Civil Hispana, con el teniente Jorge Castro como su principal animador, de hecho fue director de la misma desde el 2007 al 2011, siempre estuve a su lado, y desde el 2011 a la fecha estoy al frente de dicha Academia, asevera.
Sesionamos dos veces al año, cada una de ellas con 15 clases, una semanal -los miércoles, de 6 de la tarde a 9 de la noche-, agregó, tratamos de matricular a unos 45 alumnos sin importar su estatus migratorio, de hecho hemos tenido muchos estudiantes indocumentados.
Es conocido que después de la solicitud para pasar la Academia hacemos nuestras investigaciones, pero eso no impide que hayamos tenido en clases a personas que en determinado momento cometieron un delito. Hoy hemos graduado a más de mil personas en la Academia, manifestó con orgullo el oficial.
En las clases abordamos distintos aspectos, nos enfocamos en trasmitir lo relacionado con leyes y derechos... le pedimos a los matriculados que no se cohíban, que pregunten, se quiten la duda, y les decimos que entre más conozcan menos posibilidades tienen de ser víctimas, sostuvo.