Por Roberto PELÁEZ
Rafael y Jesús Pérez, junto a Alberto Luis y Hortensia Sosa encabezan un grupo de alrededor de 25 personas, todas oriundas de San Juan Evangelista Analco, una localidad perteneciente al estado mexicano de Oaxaca.
Nos unimos como grupo en 1996, con el propósito de mantener nuestras tradiciones culturales (bailes, música, vestuario, platos típicos), explica Ricardo, hermano de Rafael, quien hasta hace poco lideraba la mesa directiva, antes éramos más, pero muchos regresaron a Oaxaca o se fueron a vivir a otros estados, subraya.
El objetivo del grupo, conciden Ricardo y Rafael, es brindar ayuda a la localidad donde nacimos, mantenemos comunicación con las autoridades, conocemos las dificultades, y en esa dirección va nuestra ayuda; un ejemplo es que costeamos la iluminación del campanario, que es un monumento histórico muy ligado a la cultura de la gente del pueblito.
Mantenemos nuestra cultura, la trasmitimos a nuestros hijos, señalan; por otro lado miembros del grupo regresaron y trabajan en la construcción, ponen en práctica lo que aprendieron aquí... queremos mejorar las condiciones de vida del lugar donde nacimos, agregan, ayudamos con pintura para escuelas, computadoras, etc.
El renglón fuerte de San Juan Evangelista Analco es la agricultura (maiz, frijol y verduras) y la artesanía, aunque, apuntan, gana fuerzas la construcción, y el ecoturismo gracias a un número creciente de personas que visita el lago, debajo del cerro, donde se levantaron cabañas, es muy bonito, destacan.
Queremos ayudar a la práctica de deportes, sobre todo basket, donde equipos del pueblito ganaron varias copas de un torneo en que juegan selecciones mexicanas, y la próxima final va a ser el 21 de este mes, con árbitros profesionales.