foto: Les Zaitz
BURNS, Oregon, EE.UU. (AP) — Una familia que ya tuvo roces con el gobierno federal ocupó una sede oficial en un refugio nacional de vida silvestre en Oregon y está pidiendo a miembros de milicias que se unan a ellos.
Ammon Bundy —hijo del ganadero de Nevada Cliven Bundy, quien estuvo involucrado en una disputa con el gobierno por derechos de pastoreo— dijo al diario The Oregonian el sábado que él y dos de sus hermanos estaban entre un grupo de decenas de personas que ocupan la sede en el Refugio Nacional de Vida Silvestre de Malheur.
La protesta comenzó como parte de una manifestación el sábado en apoyo a dos ganaderos de Oregon que enfrentan penas de cárcel por un incendio intencionado.
Bundy subió un video a su página de Facebook donde pide ayuda a los miembros de milicias. "Este no es un momento de quedarse atrás. Es un momento de alzarse y venir al condado de Harney", dijo en alusión al lugar donde se encuentra Burns. Debajo del video aparecía el mensaje: "A TODOS LOS PATRIOTAS: ES HORA DE ALZARSE Y NO DE QUEDARSE ATRÁS!!! NECESITAMOS SU AYUDA!!! VENGAN PREPARADOS".
En una entrevista con periodistas el sábado por la noche que fue subida a Facebook, Bundy dijo que él y otras personas habían ocupado el edificio porque "ya se ha abusado de la gente durante demasiado tiempo".
"Creo que estamos en una situación en la que si no hacemos algo, si no nos plantamos con firmeza, estaremos en una posición en la que ya no podremos hacerlo", añadió.
Bundy añadió que el grupo tenía previsto quedarse de forma indefinida en el refugio. "Tenemos previsto quedarnos aquí años, desde luego", afirmó Ammon Bundy. "Ésta no es una decisión que tomáramos en el último momento".
El jefe de policía del condado de Harney Dave Ward dijo a la gente que se mantuviera alejada del edificio, mientras las autoridades trabajan para desactivar la situación, afirmó el Oregonian.
"Un intento colectivo de varias agencias trabaja en una solución. Por el momento, por favor, manténgase lejos de esa zona. Se proporcionará más información conforme esté disponible. Por favor, mantengan un frente pacífico y unido y déjennos resolver esta situación", dijo Ward en un comunicado.
Un líder de milicia de Idaho que ayudó a organizar la marcha anterior dijo desconocer las actividades posteriores, en las que milicianos y vecinos desfilaron ante la oficina del jefe de policía regional y de la vivienda de Dwight Hammond Jr. y su hijo Steven, los ganaderos que afrontan penas de cárcel.
El padre de Ammon Bundy, Cliven Bundy, dijo a Oregon Public Broadcasting el sábado que su hijo se había sentido obligado a intervenir en favor de los Hammond.
"Esto no es exactamente lo que yo creí que ocurriría, pero no sabía qué hacer", comentó. "Si los Hammond no se plantaban, si el jefe de policía no se plantaba, entonces la gente tenía que hacer algo. Y supongo que es lo que decidieron hacer".
El FBI estaba al tanto de la situación en el refugio, afirmó a The Associated Press Beth Anne Steele, portavoz de la agencia en Portland.
Algunos vecinos de la zona temían que la marcha del sábado implicara algo más que discursos, banderas y desfiles, pero los únicos extras en esa lista parecieron ser las canciones, flores y monedas de centavo.
Los manifestantes marcharon hacia el tribunal, lanzaron cientos de monedas de escaso valor ante la puerta cerrada, para simbolizar a civiles recomprando su gobierno. Tras el paso de la marcha, dos niñas se acercaron a recoger las monedas.
A unas manzanas de distancia, Hammond y su esposa Susan saludaron a los asistentes, que colocaron ramos de flores en la nieve. Cantaron varias canciones, Hammond dijo unas palabras y los manifestantes volvieron a sus autos.
Dwight Hammond ha dicho que él y su hijo tienen previsto presentarse en prisión de forma pacífica el 4 de enero como ordenó el juez.
Dwight Hammond, de 73 años, y Steven Hammond, de 46, dijeron haber iniciado los incendios en 2001 y 2006 para reducir el crecimiento de plantas invasivas y proteger su propiedad de los incendios forestales.
Ambos fueron condenados por los fuegos hace tres años y cumplieron condenas —el padre de tres meses, el hijo de más de un año_. Sin embargo, un juez determinó que sus penas eran demasiado leves según la ley federal y ordenó que vuelvan a prisión durante unos cuatro años cada uno.
La decisión ha generado controversia en una zona remota del estado.
En particular, las nuevas sentencias de los Hammond sembraron el descontento entre grupos de ultraderecha que rechazan la autoridad federal.
Ammon Bundy y un puñado de milicianos de otros estados llegaron el mes pasado a Burns, a unas 60 millas del rancho Hammond.
En un correo electrónico a sus seguidores, Ammon Bundy criticó al gobierno estadounidense por su proceso legal que describió como fallido.