Michoacano José Armando Espino... La marcada vocación por el trabajo

Por Rafael ROMERO

Residente en Estados Unidos desde 1986 el michoacano José Armando Espino es de los que afirma: “aparte del bienestar de mi familia, le pido a Dios salud y trabajo, para mí eso es fundamental”.

Responde una llamada telefónica y continúa su conversación: “llegué a California con 16 años, acompañado de mi hermano mayor, creo que no habían pasado dos días y ya estaba trabajando, apunta, con mi esposa vine a Las Vegas en el 2008, las rentas eran más baratas y había trabajo, nos quedamos”.

Luego precisa “mire mis manos, han sido casi 40 años de trabajo fuerte, creo que terminé de crecer enfocado por entero al trabajo, no tengo miedo ni pongo excusas, me he entregado a muchas labores bajo el sol fuerte, preocupado por la calidad, por convencer a mis empleadores, a los clientes, salir adelante, trato de ser un ejemplo para los jóvenes.

“Le agradezco mucho a mi esposa Aracelis Medina, llevamos 31 años juntos, tenemos dos hijos, ellos también trabajan, y como a mí les preocupa la calidad de lo que hacen”.

Enfatiza que desde hace varios años confecciona bloques “levanto yardas (cercas), le pongo cemento a los patios, mi preocupación fundamental es hacer las cosas bien, esmerarme, cuidar los detalles”, comenta.

Sobre la labor que realiza y las altas temperaturas de las últimas semanas, enfatiza: “cuido la salud, me informo para saber cuántos grados hará en los próximos días, comienzo a trabajar desde poco antes de las 7 de la mañana hasta las 4 de la tarde, a ratos adelanto lo más posible a la sombra, me hidrato, hay que mantenerse saludable, fuerte, y echarle ganas, vinimos a este país para mejorar sobre la base del trabajo, eso lo tengo presente”, destaca.

“También es importante, añade, acatar las leyes de este país, asimilar su cultura, eso enseñamos mi esposa y yo a los hijos, y claro, el amor al trabajo, la responsabilidad”, concluye.

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