Masivo respaldo al Festival ‘Día de Muertos’ en el Winchester Dondero CC

Por Roberto PELÁEZ

Y la gente dijo sí. Una vez más, como hace alrededor de 20 años, el público respaldó las dos jornadas dedicadas al Festival ‘Día de Muertos’ en el Winchester Dondero Cultural Center. Felicitaciones.

Tal como se había previsto las noches del miércoles y el jueves fueron testigos del lleno completo en el Winchester, la gente hizo valedero su apego a las tradiciones, acudió a ver los altares, disfrutar de la música, la comida, se encontró con amigos y conocidos. Hermosas veladas.

Claro que no se puede platicar (o escribir) de las actividades por el ‘Día de Muertos’ en la concurrida instalación sin mencionar a Irma Varela, hacer referencia a su sostenido trabajo, un entusiasmo que contagia. Nuestro reconocimiento y admiración.

“Vivo cerca, comentó Miguel Ramírez para los lectores de este semanario, no tengo problema con el estacionamiento, siempre vengo con mi familia, me acompañan mi esposa y dos hijos, pues la mayor está trabajando, pero antes también venía con nosotros.

“Todo esto que vemos aquí tiene que ver con nuestras tradiciones, vi a mis padres, a mis tíos, a mi abuela, hacer esto, un altar, ofrendas, entonces es lo que enseñamos a los hijos”, argumentó Ramírez.

En esta oportunidad tal vez se presentaron menos altares que en años anteriores, sin embargo algunos  estaban muy llamativos, el del Grupo Literario Comala dedicado al destacado escritor mexicano Juan Rulfo, el de la Fundación Hidalguense, y el de NV Donor... todos realmente denotaban el amor que se puso en la realización de los altares.

El de Comala, con Mapy Durán, Sayra Torres, Juan D’Varela, puso de manifiesto el cuidado, allí estaban las fotos del escritor, la máquina de escribir, sus libros más afamados, cámara fotográfica (por la afición de Rulfo a la fotografía), el pan dulce, y, el tequila, ya se sabe que los caminos del autor de Pedro Páramo también fueron tequileros. Excelente labor investigativa y puesta de manifiesto.

El altar de NV Donor llamaba a la conciencia, a la información, a conocer la importancia de donar órganos, salvar vidas, un gesto noble en grado sumo.

Bravo por los hidalguenses, con Isidro Maqueda al frente. El cierre estuvo a cargo de los Chinelos. Formidable.

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