Por Francisco ALEJANDRE
“No me duelen los actos de la gente mala, me duele la indiferencia de la gente buena”:
Martin Luther King Jr.
La respuesta de la comunidad latina respecto a la marcha convocada por el movimiento Yosoy132LV, fue apática, indiferente y carente de solidaridad.
Las redes sociales hicieron su parte y diseminaron la información del recorrido, así como las demandas que se propusieron, entre las que destacó la celebración del Día del Trabajo, pedir una Reforma Migratoria Integral, con camino a la ciudadanía y la dignidad de la comunidad hispana.
Hace falta unidad entre la raza, comentó uno de los jóvenes que, pancarta en mano, estuvo dispuesto con entusiasmo a caminar sobre la Sahara, desde el Commercial Center (casi esquina con Maryland Parkway), hasta el edificio donde tienen sus oficinas los senadores Harry Reid y Dean Heller, sobre Las Vegas Boulevard.
Esta marcha se ha convertido en un evento tradicional cívico, en años anteriores llegó a conglomerar a miles de activistas que asemejaban ríos humanos sobre las principales arterias viales que tiene el recorrido. Es la misma ruta de años anteriores, pero la cantidad de gente es notablemente menor.
En esta ocasión, los manifestantes pidieron mejorar las leyes laborales, tener la oportunidad de contar con un empleo digno, con un salario que permita sufragar los costos de la vida, pero sobre todo, de exigir un trato digno para la clase trabajadora, para todos los residentes y migrantes radicados en el valle y que aportan el sudor de su frente para mover la maquinaria económica de Las Vegas.
Alejandro Jano, justamente “posteó” en redes sociales la necesidad de incorporarnos con entusiasmo a la marcha, a la causa, a la movilización.
Los inmigrantes también contribuimos al engrandecimiento de los Estados Unidos.
La marcha transcurría sin contratiempos, hasta que a la altura de Oakey y Las Vegas Boulevard, la policía trató de arrestar a dos de las participantes en la movilización, Itzel Hernanee y Silvia Heredia, que -valientes- se apostaron frente a los oficiales de Metro y nunca mostraron temor. “El momento más hermoso de la marcha fue indudablemente cuando rescatamos a nuestras compañeras de las manos de los policías, en esos momentos reflexionas y te das cuenta de que vale la pena el trabajo y sacrificio. Mis respetos a esas dos mujeres valientes y al poder del pueblo”, escribió Andru Paraz en la página de la organización.
La lucha del Primero de Mayo, así como sus participantes son letras importantes que perdurarán en el libro de la vida, los llevaré en mi corazón por siempre. La lucha nunca morirá, porque somos muchos en el mundo y siempre habrá alguien que ofrende su existencia por la paz en el planeta, por las causas justas, por la desobediencia civil y contra la tiranía, señaló Paraz destacando que “cuando una ley es injusta, es mejor desobedecerla y hacer una revolución contra el sistema. Recuerda que tú eres parte de la historia, nosotros somos la semilla que dará nuevos frutos y nuevas generaciones de luchadores sociales”.
Los organizadores agradecieron la participación y destacaron que la lucha abre conciencias porque ayuda, en lo cotidiano, a ser mejores seres humanos.
