Por Rafael ROMERO
No fundamos Latinas en Acción para cruzarnos de brazos, para quedar indiferentes mientras se abusa, se avasalla a alguna mujer, mientras por un lado se sacrifica, trabaja, estudia y por otro se endeuda casi de por vida, afirmó categórica Rosita Peralta, quien encabeza la organización.
El documental ‘Paycheck to paycheck’, de la realizadora María Shriver, llama la atención sobre una de las aristas en que la mujer es explotada, habla de pobreza, de salarios mínimos, comentó la entrevistada; ahí está el caso de miles de mujeres que deseosas de una vida mejor, de un salario digno que le permita salir adelante con su familia, pues estudian, sin embargo para obtener el título deben endeudarse, tienen que optar por préstamos estudiantiles a pagar en años, ejemplificó Peralta.
Cuando se espera que la sociedad apoye a la mujer, reconozca su labor como madre, esposa, trabajadora, estudiante, entonces muchos las critican, apuntó, la señalan, facilitan que crezca en ellas un sentimiento de culpabilidad, que no puede salir adelante por la deuda, por eso Latinas en Acción quiere llamar la atención sobre este asunto tan sensible, tender la mano a las mujeres necesitadas, darles oportunidades, facilitarles que se capaciten, resaltó.
Pero no podemos lograrlo solas, indicó, es preciso que hayan cambios en la política, en las leyes, en los trabajos, en nuestra sociedad, no podemos mirar hacia otro lado ante tanta necesidad, es necesario que hagamos gala de nuestra sensibilidad, expresó.
¿Qué podemos hacer? Creo que todos tenemos la responsabilidad de hacer algo, todos tenemos dones dados por Dios, no los enterremos, debemos usarlos en bien de otros, más aun si son mujeres luchadoras, que no se detienen ante los obstáculos y tratan de superarse, de salir adelante por una vida mejor para ellas, sus familiares, la comunidad, reflexionó la líder de Latinas en Acción.
Si reparamos en que un número considerable de personas, con documentos o sin ellos, ganan menos del salario mínimo -si tienen empleo-, dijo, y que muchas veces trabajan en locales o negocios de hispanos... es un ultraje, un abuso, entonces debemos coincidir en que hay mucho por hacer. Definitivamente esas cosas pasan en nuestros vecindarios y lo más probable es que no nos demos cuenta.
Y no estamos platicando de un problema para que otros lo resuelvan, aseguró, queremos ser parte de la solución, ayudar, acercarnos a quienes necesitan, propiciarles acciones de superación, enseñarles cuál es el camino a seguir; no queremos una organización de mujeres para platicar de esto o aquello, lo que no es censurable, pero antes debemos mostrar nuestra sensibilidad, desterrar la indiferencia y la apatía, y eso solo se consigue ayudando, exigiendo que las mujeres ganen un salario en correspondencia con su trabajo y su capacidad, sin que se les margine porque puede salir embarazada o es más débil físicamente. Contemplar esas acciones y cruzarse de brazos es injusto. Instamos a las mujeres a acercarse a Latinas en Acción, pues juntas podemos hacer más, concluyó.
