Los familiares de un alcohólico queremos curar nuestras cicatrices: José

Por Roberto PELÁEZ

Cada martes y jueves, de 7 a 8:30 de la noche, un aula de la iglesia San Cristóbal (1840 al norte de la Bruce, esquina con Tonopah), acoge a una decena de personas que se reúne con un solo propósito: curar las cicatrices que ‘viven’ con ellas desde su infancia.

Crecimos en hogares ‘golpeados’ por el alcohol, tomaban nuestros padres, los tíos, los primos, eso nos afectó, pero nosotros en el grupo de Al Anón “Aprendiendo a vivir”, aspiramos a cambiar la vida para mejor, queremos cambiar esos daños, apuntó a El Mundo José, uno de los integrantes del mencionado grupo.

Al Anón reúne a personas que crecieron en medio del alcohol, somos hijos adultos de personas alcohólicas... nos vimos afectados desde niños, entonces nos juntamos, intercambiamos experiencias, leemos, nos anima curar esas cicatrices, ponerlas a un lado, sostuvo.

En nuestro grupo llevamos una vida muy activa, participamos en varios eventos, y sobre todo nos empeñamos en poner en práctica las indicaciones que encontramos en diferentes libros y revistas destinadas a quienes han vivido en un entorno alcoholizado, enfatizó José.

Recientemente nuestro grupo cumplió cuatro años, organizamos un evento en las proximidades de Tropicana y Boulder Higway, asistieron representantes de Alcohólicos Anónimos, de Alateen, y claro, de Al Anón; fue muy bonito poder compartir, escuchar otras experiencias; reconforta saber que hay personas con padecimientos similares a los nuestros que también se empeñan en dejar atrás aquellos recuerdos; tuvimos visitantes de California y México, escuchamos con atención la conferencia de Claudia, quien vino desde el vecino país, abundó.

Ocurre, señaló, que asistimos a varias reuniones, estudiamos, ponemos en práctica lo aprendido, sin embargo no estamos curados del todo, el daño permanece bajo la piel, es la otra cara, por eso no podemos cansarnos; algunos se desaniman, hasta comentan que las indicaciones de los libros especializados, lo que se dice en las conferencias, pues no da resultados, pero somos nosotros quienes fallamos, quienes adoptamos la decisión de poner a un lado el grupo, sucumbimos, remarcó José.

Está claro que después de lo que vivimos tenemos muchas preguntas, y no podemos cansarnos en la búsqueda de las respuestas en la literatura especializada, pero también insistimos en temas de interés en los Round Up; hablamos del camino a seguir con la superación, el trabajo, cómo convertirnos en hombres y mujeres de bien tras haber crecido en un ambiente afectado por el alcohol de figuras tan cercanas como los padres, los tíos... es difícil, sin embargo curar nuestras cicatrices depende de nosotros mismos, de nuestra fuerza de voluntad.

 

Top