Por Nuestros SERVICIOS
Julián Escutia, cónsul de México en Las Vegas, y el Procurador del estado Aaron Ford, unen sus fuerzas y voces para instar a víctimas de violencia doméstica a denunciar tal crimen y buscar ayuda.
“Todos tenemos derecho, -no importa el estatus migratorio- a una vida sin violencia”, resaltó el diplomático, y agregó “trabajamos de la mano con autoridades de justicia, y otros aliados, por eso instamos a las víctimas a denunciar el abuso en la Policía y acercarse a nosotros, vamos a ayudar, a acompañar para eliminar este flagelo”, recalcó.
Tanto Escutia como Ford se pronunciaron en contra de la trata de personas, el segundo advirtió “si eres víctima o sabes, conoces de alguien que es víctima, denúncialo, no podemos permitir este abuso, menos aún cuando afecta a las personas consideradas más vulnerables.
“Es relevante denunciar los casos de trata, nadie tiene derecho a obligar a otra persona a realizar actividades en contra de su voluntad, y nadie debe resignarse a un trato de este tipo, es preciso denunciarlo”, insistió el procurador Ford.
Queda claro que muchas de las personas víctimas de la trata son sujetas, obligadas a la explotación sexual y laboral, son engañadas con falsas promesas, coaccionadas, y en caso de resistirse, negarse, por lo general se convierten en víctimas de violencia. Nadie tiene derecho ni potestad para una acción tan abominable.
El consulado de México tiene las puertas abiertas a las personas que se acercan aquejadas, víctimas de violencia doméstica, allí recibirán ayuda, incluso ponen a esas personas en contacto con quienes pueden brindarle asesoramiento y cómo proceder en momentos tan difíciles. Hay varias organizaciones locales que trabajan para ayudar a las víctimas. No puede perderse de vista que este flagelo censurable, incluye homicidios, ubican a Las Vegas -según estadísticas de la Policía Metropolitana- experimenta ascenso.
El maltrato, el abuso emocional, la intimidación, el aislamiento, la conducta controladora constituyen actos de violencia doméstica, que ocurren entre miembros de una familia, cónyuges, personas involucradas en una relación sentimental, o entre quienes viven juntos; no es lo mismo violencia doméstica que violencia física, un aspecto que se debe tener bien claro.