Legisladores de NV buscan la forma de reajustar el presupuesto estatal

Por Roberto PELÁEZ

El Coronavirus propina golpes demoledores por todas partes; suman miles las personas contagiadas en el estado de Nevada, y pasan de 500 los fallecidos, mientras la economía se resiente y urge adoptar medidas dirigidas a encarar de la mejor manera posible esta colosal afectación, que dicho sea de paso no estaba prevista.

Entre las medidas con carácter prioritario, por supuesto, vale mencionar el ajuste (o reajuste) del presupuesto estatal, que tras la más reciente sesión legislativa, puso sobre la mesa un recorte sustancial... nada menos que la cuarta parte de la cantidad contemplada (ingresos) antes de la pandemia. Un golpe terrible, que tendrá notables consecuencias, es preciso apretarse el cinto. A grandes males grandes remedios.

Una de las preocupaciones que alcanza ribetes medulares es la educación a distancia, la calidad de la misma, de ahí que no resulte descabellada -ni remotamente- la propuesta de 50 millones en fondos federales para ayudar a estudiantes desde kinder hasta 12 grado. En medio de tantas calamidades no puede mirarse a otro lado cuando está en juego el futuro. No pueden obviarse las dificultades que traerá consigo la llamada ‘educación a distancia’.

Incuestionablemente los anunciados recortes dirigidos al sector educacional tienen muchos opositores, de seguro valoran que a la larga es un costo colosal y es mucho lo que está en juego. Recortar a la educación reporta mucho daño. 

Los legisladores, después de un pormenorizado análisis, concretaron recortes que alcanzan cientos de millones de dólares... son recortes de esos que nadie quiere, pero que resultan necesarios y exigen una dosis de comprensión en el noble propósito de paliar un tanto la difícil situación y no cejar en el empeño de salir adelante. Entonces hay que recortar y tratar de hacerlo con precisión de cirujano para afectar lo menos posible renglones como la salud y la educación.

Antes el gobernador Steve Sisolak se había referido a la propuesta de recorte presupuestario y la reducción de 1,2 billones de dólares... cuando platicó de los 12 días de permiso sin goce de salario para trabajadores estatales, platicó en aquel momento de frenar proyectos constructivos, en medio de una labor titánica y dar pasos dirigidos a resarcir, de alguna manera, la vapuleada economía.

Está claro que siempre hay personas que objetan recortes, también le sobran los argumentos, sin embargo corren tiempos complejos y éstos traen consigo la adopción de medidas drásticas. Por otro lado la propuesta del gobernador Sisolak para equilibrar el presupuesto estatal (con la mencionada reducción de 1,2 billones de dólares) también fue mirada con buenos ojos, algunos hasta agradecieron tal opción y las indicaciones a seguir.

Algunos esperaban que los legisladores se inclinaran por aumentar los impuestos (una de las posibles salidas a regañadientes), pero no fue así, en tanto otros valoraban la opción de insistir por más ingresos fiscales del sector minero, lo que hasta el momento no fructifica, aunque o es una posibilidad desechada del todo.

Es una madeja en extremo complicada, un clásico rompecabezas empeorado sobremanera por el Covid-19,  los legisladores tratan -literalmente- de ‘aruñar’ dinero de aquí, reparar un sector más sensible, ver cómo puede conseguirse mayor liquidez a través de los servicios gubernamentales, como la registración de automóviles en el DMV.

 

Corren tiempos difíciles, es preciso preocuparse y ocuparse, ganar en comprensión, una batalla compleja que compete a todos, y en la que las personas más desfavorecidas deben tenerse muy en cuenta.

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