No exageramos al señalar que desde la noche del domingo primero, luego de la tragedia frente al hotel y casino Mandalay Bay, la ciudad toda se vistió de luto, la alegría, las luces de siempre dieron paso a la sorpresa, la incredulidad, la tristeza.
Tras la conmoción de los primeros minutos la comunidad de Las Vegas se mostró en toda su entereza, la solidaridad no se hizo esperar... la gente se volcó a socorrer, a aliviar.
Y desde las primeras horas de la mañana del lunes 2 cobró fuerzas la entrega y el interés, el deseo inmenso de ayudar, entonces los lugares habilitados para recibir donaciones de sangre se vieron colmados de personas deseosas de salvar vidas, de asistir, cooperar, servir en lo que hiciera falta. La comunidad se irguió viril, enseñó su carácter y firmeza.
Restaurantes brindaron de inmediato desayuno a los oficiales de la Policía que desde la noche antes trabajaron sin descanso.
Maritza Rodríguez, representante de la senadora Catherine Cortés Masto, se mostró impresionada ante las donaciones que llegaron al Centro de Convenciones (3150 Paradise Road), cajas de agua, de jugos, cereales, alimentos, pan, galletas, frutas, destacó, fue una respuesta conmovedora, apuntó, de pronto, en un breve espacio de tiempo llegó una donación significativa, considero que la gente se portó a gran altura, a las altura de las exigencias ante una situación semejante, que sorprendió a todos, que nos conmovió tremendamente... duele ver el dolor de tantas personas, de las madres, prosiguió con ojos llorosos.
Creo, abundó Rodríguez, que se puso a prueba la capacidad de movilización de la gente, la solidaridad, y desde las donaciones de sangre hasta agua, alimentos, pues es realmente para sentir, en medio de tanto dolor y angustia, una cuota de orgullo, así es nuestra gente, resaltó.
