Por Rafael ROMERO
Bajo el lema ‘Cualquiera puede ahogarse, nadie debería’, este jueves 25 de julio en muchas partes del mundo se reflexionó sobre el Día Mundial para la Prevención de los Ahogamientos.
El mexicano Jaime Estrada, escritor, apasionado por el boxeo, y ligado por años a las actividades que se materializan en el valle para evitar ahogamientos, advierte: “estos meses, marcados por altas temperaturas, sol intenso, muchas personas quejándose por el calor, deben ser también un llamado a la conciencia, al cuidado, el respeto por las indicaciones con el objetivo de prevenir.
“Se declaró el 25 de julio precisamente para llaman a la conciencia sobre este problema, fíjese que más de dos millones de personas perdieron sus vidas en los últimos 10 años por ahogamiento... siempre decirmos que todo cuidado es poco”, insiste.
Año con año Estrada acude a los medios, se apoya en las redes sociales para reiterar la necesidad de ganar en conciencia, evitar descuidos “el ahogamiento, remarca, es repentino, nos impacta a todos, y las personas a veces no se dan cuenta de lo que pasa hasta que es demasiado tarde; los pequeños, muchos no saben nadar, entonces nos corresponde reiterar en las indicaciones, aprender qu son los más afectados, muchas veces por descuidos y por no saber nadar.
“Hay cosas que podemos hacer para prevenir esas tragedias, añade, un ahogamiento puede suceder en pocos segundos, enfatiza, un niño que entra a la alberca, un estanque, en el lago, debe ponerse antes el chaleco salvavidas, y un adulto debe supervisar, no debe quitarle los ojos de encima, es menester estar muy atento”, afirma categórico.
“El ABCD, lo hemos dicho antes -muchas veces- debe ponerse en práctica, lo padres deben conocer qué significa, y que enseñar a nada a sus pequeños es un regalo para toda la vida, puede muy bien evitar el luto, de eso se trata nuestra insistencia; pierden la vida muchos niños de entre 5 y 14 años, en acciones que se podían haber evitado”, comenta.
“No podemos cansarnos, dice, cuando está en juego la vida todo cuidado es poco, hay que evitar el libre acceso de los pequeños a la alberca, colocar barreras, estar muy atentos a los niños, tomarse un tiempo y enseñarlos a nadar”, zanja.