Por Francisco ALEJANDRE
La familia Galindo enfrentó las inclemencias del tiempo, el frío, pero sobre todo, las aglomeraciones que se vivieron en torno a la parroquia de Santa Ana, donde acudió –junto a su familia- a celebrar el tradicional inicio de la Cuaresma, con la misa del Miércoles de Ceniza.
Polvo eres y en polvo te convertirás, es el inicio del peregrinaje católico que nos llevará, por medio de la Cuaresma, a revivir la Pasión que padeció Nuestro Señor Jesucristo en la Semana Santa.
El camino del sacrificio contempla ayuno y oración durante cuarenta días. En la iglesia de Santa Ana, Maryland Parkway y St. Louis, todos los viernes se llevará a cabo el Vía Crucis, a las 6:30 de la tarde, la que será precedida por una cena de convivencia cuaresmal con pescado frito en las mesas de la escuela, la que será preparada por los Caballeros de Colón.
El sacerdote Gregorio León, que ofició la misa junto al párroco Greg Gordon, recordó a los presentes que en lo sucesivo, los viernes son de abstinencia, ya que la Cuaresma es un tiempo de penitencia y reconciliación interior.
Este año la iglesia católica celebra el Año de la Misericordia, el Santo Padre, el Papa Francisco, así lo hizo saber desde el Vaticano, en un mensaje previo a su visita pastoral por la República Mexicana que incluye la Ciudad de México, Estado de México, Michoacán, Chiapas y Chihuahua, visita que empezará este sábado 13, en la capital mexicana y en la que El Mundo estará presente.
A nivel local, la parroquia Santa Ana ofrecerá, además de sus confesiones semanales, el Servicio Penitencial de Cuaresma “Noche de Misericordia”, el viernes 4 de marzo, después del Vía Crucis y continuará toda la noche, hasta la misa del Primer sábado a las 7:30 de la mañana del 5 de marzo. En esa ocasión tendrán 6 sacerdotes confesando a los fieles hasta la medianoche, luego dos confesores completarán la jornada.
El padre Gregory W. Gordon informó a este semanario que los Frailes Franciscanos de la Renovación, ofrecerán una reflexión sobre el Año de la Misericordia. También exhortó a los feligreses a mostrar su generosidad, abrir su corazón y ayudar a quien lo necesite, ya que la Cuaresma permite y fortalece la reconciliación.
“Mi oración es para que, a través de la disciplina de la Cuaresma, en este Año de la Misericordia, cada uno de nosotros, nuestras familias, y nuestra familia parroquial, crezcamos en el amor y la misericordia del Señor. Que esta Cuaresma nos fortalezca para caminar con el Señor por la Vía Dolorosa en Semana Santa, y para celebrar su gloriosa resurrección en la Pascua”, terminó diciendo el sacerdote.
