Hispanos del valle reclaman que se escuche su voz, equidad y justicia

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Por Roberto PELÁEZ

Líderes comunitarios del valle no se andan con rodeos cuando se aborda el tema de la redistribución de distritos, por eso no es extraño que se refieran al poder político y al hecho mismo de que los candidatos conozcan bien los problemas y necesidades que encaran quienes viven en la comunidad.

Como es sabido el proceso de redistribución se materializa cada 10 años, y el diseño -o rediseño- tiene en cuenta los cambios que en el aspecto demográfico experimenta el territorio en cuestión.

“Desde la última redistribución (2011), enfatiza Eddie Ramos, líder de los uruapenses, la población del estado ha crecido en casi medio millón de habitantes, con una marcada incidencia de los latinos, junto a otras minorías.

“El crecimiento, prosigue, debe estar en correspondencia con el poder político, y cuidar lo que muchos llaman ‘comunidades de interés’ o diseñar los distritos a partir de las preferencias de votos”.

Los demócratas, que son mayoría en la legislatura, se inclinan por un mapa que permita expandir el voto de hispanos y afroamericanos del estado.

“Queremos candidatos, argumentó Lupe Rodríguez, que vivan en la comunidad, tengan conocimiento de nuestras inquietudes, sepan cuáles son nuestros problemas, y me pregunto qué persona va a conocer mejor lo que necesitamos que quienes viven en la misma comunidad”, advirtió.

“Lo que deseamos es igualdad, justicia, no marginación”, aseveró el inquieto Carlos Velis, de Mi Familia Vota.

Y continuó: “es evidente que la población latina del estado, en la década más reciente, crece de manera significativa, mas de un 20 por ciento en el Condado Clark, y se justifica que haya preocupación por la posibilidad real de que los legisladores digan sí a una modificación injusta, que podría debilitar nuestras voces”, apuntó el comentarista deportivo de origen salvadoreño.

El propio Ramos precisó que “en un caso como el que nos ocupa de redistribución de distritos, de alguna manera las barreras del idioma, junto a las características técnicas del proceso, de seguro van a influir en la poca participación de miembros de la comunidad, cuando lo que se requiere es precisamente todo lo contrario, que la gente conozca y participe, opine, haga sentir su voz en favor de lo que es justo”, recalcó.

“De todas formas, apuntó, no pierdo la esperanza de ver que más personas de la comunidad participen, y en eso pueden ayudar mucho los voluntarios de diferentes organizaciones, sin embargo reconozco que lo mejor es estar bien informados, saber de qué se trata; algunas cosas conspiran contra la equidad, la justicia que deseamos, como lo que le dije antes del idioma y los aspectos técnicos, sin embargo lo primero es conocer, poder opinar con propiedad, saber que cuando decimos este es un tema que se puede manipular para conseguir beneficios políticos sencillamente nos asiste la razón”.

Estudiosos del asunto coinciden al afirmar que la gente debe preocuparse o interesarse por el rediseño de los distritos, por ejemplo, externan, si alguna vez se preguntó ¿por qué representantes de determinado grupo étnico no es tenido en cuenta o es elegido para este o aquel cargo? Lo más probable es que la respuesta la encontremos en la redistribución de distritos.

“Todo ello sin contar, abunda Rodríguez, que esa misma redistribución tiene que ver con el futuro de un legislador, si el distrito se amplía y le toca contender con un candidato más conocido, entonces no hay que ser tan inteligente para saber que ya lleva las de perder, precisamente porque pocas personas lo conocen”.

 

Cuando un candidato conoce los problemas que afectan a sus vecinos, sabe de sus preocupaciones por asuntos sociales, por temas culturales, económicos, entonces es posible se “lleve el gato al agua”.

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