Por Rafael ROMERO
Los hidalguenses asentados en el valle, bajo la dirección de Isidro Maqueda, son de los grupos comunitarios que muestran un sostenido quehacer, protagonizan una labor sobresaliente, más que todo en la preservación de la cultura que los distingue, y esta parte -dicen- en la enseñanza de diferentes lenguas y dialectos aborígenes.
“Es meritoria la labor que realizan los compañeros del grupo, de la directiva, para enseñar a los niños las lenguas que escuchamos antes a los abuelos y padres, tuvieron la gentileza de enseñar el himno nacional en otra lengua y ya nos hemos presentado en varios eventos”, apunta entusiasmado Maqueda.
Hacendosos, trabajadores, mantienen también excelentes relaciones con otros grupos comunitarios del valle, tomar parte en numerosos eventos, y de sobra es conocida su participación en el denominado Festival ‘Vida en Muerte’ que año con año se organiza en el Winchester Dondero Cultural Center, donde por cierto han ganado varios galardones.
“Siempre damos una respuesta positiva y nos hacemos sentir cuando Irma Varela nos convoca a participar, o sencillamente requiere nuestros esfuerzos para la limpieza y mantenimiento del jardín de dicho centro cultural que acoge a centenares de hispanos”, resalta el líder de los hidalguenses.
Sin pensarlo mucho el entrevistado opina: “estoy convencido de que no hubiésemos conseguido todo lo que hemos logrado, el reconocimiento del Consulado de México, sin el trabajo de los compañeros de la directiva, el esfuerzo de todos, por eso digo que esta es una labor conjunta, todos aportamos algo”, dice.
“Ahorita, dice, estamos trabajando por la reunificación familiar, porque puedan venir padres que hace años no ven a sus hijos”.
