Por Roberto PELÁEZ
Eso de que la apariencia engaña es un refrán harto conocido, casi tan antiguo como la orilla del río. El hombre que tengo delante es una muestra evidente, parece tranquilo, apacible... y su procesión va por dentro.
El colombiano José Tarazona, presidente de la Cámara de Comercio Colombiana, no se cruza de brazos, es de los que esgrime y hace de generar conocimientos una especie de bandera “para todos -dice- es relevante estar informado, poder platicar de diferentes asuntos, entre más conocimientos, mejores posibilidades para defender los derechos, y claro, enseñar”, resalta.
Por un tiempo estuvo al frente de la organización colombiana COLAVE, hasta que asumió la responsabilidad de la Cámara de Comercio de su apís en Las Vegas. “Al frente de los colombianos, junto a otros connacionales, impulsé las lecciones de inglés, de computación... para mí es importante transmitir los conocimientos, hacer lo posible porque la gente los haga suyos”, destaca.
Exposiciones de pintura, pláticas e intercambio entre empresarios, la organización de múltiples eventos matizan el desempeño de Tarazona, quien tiene la vista fija (y los esfuerzos) en la organización de una Gran Feria Internacional de productos y servicios, a efectuarse entre el 12 y el 14 de octubre.
“Va sin dudas a ser un evento extraordinario, advierte el entrevistado, una excelente oportunidad para comerciantes y empresarios locales que podrán dar a conocer sus servicios y productos en el plano internacional... estamos de lleno en los preparativos”, precisa entusiasmado.
Trasciende en la plática que en estos momentos enfrenta la tarea de buscar el local o área adecuada para recibir o acoger un evento de esa magnitud.
Conociendo al titular de la Cámara de Comercio Colombiana, su perseverancia y labor sostenida, de seguro no va a bajar la guardia ni se va a desentender en la búsqueda de la sede para la referida Feria Internacional.
Preocupado y ocupado por la emigración
José Tarazona, aparte de lo concerniente a la CCC, por mucho tiempo se ha preocupado por los acontecimientos vinculados con la avalancha de las caravanas de migrantes de diferentes países deseosos de llegar a Estados Unidos
Es un asunto candente, puesto en evidencia durante varias presidencias en los EEUU, cobró fuerza inusitada en los últimos tiempos bajo el mandato del republicano Donald Trump, para crecer de manera desmedida con Joe Biden, provocando problemas en las fronteras, la adopción de diferentes medidas, sin embargo el problema está ahí, late, es una especie de ‘olla de presión’.
“Más que todo es un problema humano, la emigración es tan vieja como el hombre mismo, asevera, ahora se han dado un grupo de circunstancias que han puesto el asunto en ebullición (violencia, corrupción, desempleo, pobreza, incluso fenómenos climáticos, junto al deseo lógico de una vida mejor”, explica.
Tarazona y su equipo han materializado el proyecto ‘Madre, cabeza de hogar’, que avanza en naciones como Nicaragua, Costa Rica, Guatemala, Colombia. “Enviamos lo relacionado con esto al presidente Biden, enfatiza, hemos recibido dos cartas respuestas, sin embargo para detener la emigración se requiere la participación directa de este país.
“Hay que ayudar en gran medida a las madres cabezas de familias, capacitarlas, que se sientan productivas, hay que apoyarlas porque muchas veces no tienen con quien dejar a sus hijos, incentivar la labor en el campo, las manualidades que pueden abrirse paso en el comercio, todo cuanto pueda hacer una ama de casa”.
Se trata de algo noble que puede arrojar resultados, capacitar, ayudar a muchas mujeres, es una fuerza colosal, más si tienen hijos y ponen todo su empeño, pero se impone ayudar.
