Por Nuestros SERVICIOS
Centenares de personas se reunieron para decir adiós a la última jornada del reconocido Max Soccer Camp, un evento dirigido a niños con autismo.
La competencia en cuestión, lo apuntamos antes, tuvo lugar entre el 21 de agosto y el 25 de septiembre, con un entusiasmo al límite y mucho optimismo, una alegría desbordante.
Se trata de socializar, de ‘descubrir’ las habilidades, hacer amigos, pasarla súper bien. Por eso no sorprende que en la jornada del adiós se unieran la alegría y la nostalgia. Lo mejor es que Max Soccer Camp vive en cada uno de los participantes.
Incuestionablemente Max Soccer Camp es producto del esfuerzo de mucha gente, el apoyo, la participación de niños y sus padres, de voluntarios, coachs, pero sobre todo lleva consigo una considerable dosis de amor. Eso es lo sobresaliente. Lo que predomina.
¿Acaso no es el amor lo que prima en cada acción y gesto de la organización Azulblue United by Austism?
La respuesta es un sonoro SÍ.
No se puede escatimar a la hora de agradecer a cada uno de los participantes, a los organizadores, a Olivia Espinosa y sus colaboradores. Bravo. Gracias por el ejemplo y la entrega.
El Max Soccer Camp es una competencia tan noble como hermosa. Constituye un premio a la perseverancia y la paciencia, sirve para demostrar amor al prójimo, cuánto se quiere a los pequeños sin reparar en la edad, el tamaño, el sexo... cuánto se disfruta de sus habilidades y demostraciones.
¿Cómo no emocionarse con sus caritas al recibir las medallas o abrazan al amiguito?
Así debe ser siempre, por eso todos extrañan el Max Soccer Camp... concluyó su temporada de verano, pero regresa, porque actividades de este tipo no se van para siempre. Contamos los días. Es menester volver a ver la sonrisa de los pequeñines, porque ellas lo iluminan todo. Una vez más FELICIDADES.