Por Roberto PELÁEZ
Desde el pasado domingo 28 de agosto la comunidad vive una especie de ‘vorágine’ con la celebración de varios eventos conmemorativos de la independencia, la liberación de la metrópoli española.
En la fecha señalada conmemoraron su independencia El Salvador, Nicaragua, Guatemala, Honduras y Guatemala. Se unió a la celebración centroamericana México. Se trata de una actividad que tuvo su origen hace algunos años, con pocos participantes, sin embargo ha crecido, y es de las más esperada año con año, ha ganado en participación y demostraciones culturales. Felicitaciones.
El desfile de las banderas, las manifestaciones culturales, platos y trajes típicos, las invitaciones a personalidades, activistas y líderes comunitarios dicen mucho del trabajo realizado, de la entrega de organizadores y participantes, además, involucrar a exponente de las nuevas generaciones es incuestionablemente un punto a favor. Para los pioneros, con Tirso Sermeño a la cabeza, y quienes se han sumado al Comité Centroamericano -en representación de diferentes naciones-, los mejores deseos.
Antes del 28 de agosto celebraron su independencia los argentinos (9 de julio) que tuvieron a bien recordar parte de su historia, y a sus héroes. El 20 recordaron su independencia los colombianos, junto al entusiasta José Tarazona, mientras el 22 del propio mes se juntaron los peruanos en el Winchester Dondero Cultural Center, protagonizaron un desfile, degustaron platos típicos, entregaron reconocimientos, fue sin dudas una velada para el recuerdo, que incluyó incluso muestras de libros de Claudia Bonet.
La cita del 6 de agosto correspondió a los bolivianos, Freddy Chávez y sus connacionales pusieron a flote sus recuerdos, más que todo con banderas, trajes coloridos y platos de diferentes lugares de Bolivia, se juntaron familiares y amigos.
De lo anterior se denota que julio y agosto tuvieron sus dosis de eventos y celebraciones, con un hilo conductor: la indepedencia, junto a algo que distingue a cada país y que es menester preservar, dar a conocer, promover... la CULTURA.
A finales de agosto estaba la escena lista para el evento de los centroamericanos con el incentivo de sumar a México, lo que en esta oportunidad le dio un toque de distinción, de camaradería, de unión y solidaridad. ¡Es la unión de la que tanto hablaba José Martí!
Con septiembre el ambiente de independencia, de reuniones, de ultimar detalles, cobra fuerzas. Y ni hablar del tradicional Grito. Comunidad Migrante, la ciudad de North Las Vegas, el Comité Patriótico, la Federación de Hidalguenses de Las Vegas, entre tantas organizaciones, platican de sus actividades, sus celebraciones, y en ellas se involucran muchas personas.
El cónsul mexicano Julián Escutia debe multiplicarse, lo invitan aquí y allá, en todas partes quieren que de el conocido Grito de independencia, sin embargo es válido reconocer que se gana en organización, se trata que las actividades no coincidan.
Hay que recordar con entusiasmo, optimismo, fervor patriótico el ‘Grito de Dolores’ pronunciado por Miguel Hidalgo y Costilla la madrugada del 16 de septiembre de 1810, en Guanajuato... marcó el inicio de la guerra de independencia.
Tantos cosas unen a los hispanos, pero entre ellas, con caracteres relevantes, la lucha por la independencia, el sentimiento indómito que predomina, el no permitir que le pongan la bota en el cuello y los subyuguen, ese sentimiento que por estos días se celebra, qué importa el tamaño de un país cuando sus hombres y mujeres bravías acuden al llamado de la patria.
No puede olvidarse la historia, es preciso mantenerla viva, presumirla, transmitirla a las jóvenes generaciones, es importante que niños y adolescentes conozcan de hombres que no se dejaron pisotear y menos aún que mancillaran la tierra que los vio nacer; por la independencia estuvieron prestos a dar hasta sus propias vidas. Entonces hay que recordar en grande y celebrar.