Por Roberto PELÁEZ
Fue el pasado 15 de diciembre, uno de esos domingos de alegría, para agradecer de principio a fin. El Festival Guadalupano, en el 1134 S. Rainbow Blvd, resultó un éxito, emotivo, con centenares de personas, muchas atracciones y la entrega de alrededor de 600 juguetes.
Lo había advertido el padre Rafael Pereira “será una gran fiesta, un evento para exteriorizar el agradecimiento, ratificar la unión y fortaleza, ayudarnos... reconocer que nuestro Señor nos enseña el camino”. Así fue.
Resultó sin dudas un domingo de alegría y gozo, excelente para comprender que siempre hay una esperanza, momentos buenos y no tan buenos, adversidades, sin embargo lo prominente es mantener la fe, no permitir que la esperanza se apague.
La Santa Misa, específicamente para resaltar la importancia del agradecimiento, venta de comida, la siempre esperada participación de la Escaramuza Charra Colibríes de Nevada, atracciones, brincolines, la banda El Alegre y Mariachi Colima, rifas (televisión, juego de ollas, 300 dólares en efectivo...), toda una fiesta.
Por supuesto que la alegría mayor fue la que rubricaron los pequeños, tuvieron la posibilidad de volver a casa con un juguete. Los padres no se quedaron detrás.
Al respecto Nora Pérez, salvadoreña, comentó: “la mayor felicidad de los padres es ver alegres a sus hijos, y eso fue lo que sucedió, los niños disfrutaron de lo lindo, fue emocionantes verlos divertirse de manera sana, segura, en un ambiente acogedor, había mucha gente, los organizadores amables, atentos, nos hicieron sentir en familia, una familia grande”, apuntó.
“Aparte de los juguetes, las atracciones, la comida, creo que la alegría, la felicidad, se encuentra en las pequeñas cosas, ver a tantas personas compartiendo me llenó el día, es bueno apreciar la unión, que la gente comprenda que cuando se practica la generosidad, las cosas buenas se multiplican”, expresó Arturo Fonseca, un michoacano que aprovechó para llevar a sus dos pequeños.
Tras responder al saludo de un conocido, Fonseca prosiguió “vivo aquí desde principio del 2002, quiero mucho a esta ciudad, no la cambio por otra, admiro a la comunidad, este domingo es un día para compartir la felicidad con todos los que nos rodean, agradecer por esta posibilidad, escuchar la palabra de Dios, ver que se extiende nuestra cultura, la que trajimos de cada uno de nuestros países, las tradiciones”.
El Padre Pereira, por su parte, no escatimó a la hora de agradecer a todas las personas y organizaciones que donaron juguetes para los pequeños.
“En estas actividades en que se involucra la gente, recordamos a la Virgen de Guadalupe, se donan juguetes, interiorizamos la importancia de abrir las manos, de dar, experimentamos que lo relevante está en el pesebre de nuestros corazones”, enfatizó.
Nora, quien acudió al Gran Festival Guadalupano junto a su hermana y su sobrina, destacó “la sonrisa de los niños alegra a todos, de eso se trata, de ser feliz y hacer por la felicidad de los demás, sobre todo de los menores en tiempos tan difíciles por la economía, la salud, los problemas con el clima, la emigración, la violencia, la inseguridad misma... ojalá eventos de este tipo se efectuaran con más frecuencia para contagiarnos de alegría”.
La entrega de juguetes, la Escaramuza Charra Colibríes de Nevada, la Banda El Alegre, el Mariachi Colima, pusieron una nota de distinción al Festival, todo ello en una actividad tan noble como hacer feliz a un niño, asistir a misa..., que nos ayuden a comprender que en momentos tan complejos, preñados de dificultades, se mantiene viva la esperanza, prevalece la generosidad, y eso dice mucho de la comunidad, de personas de diferentes nacionalidades que unen sus esfuerzos con el objetivo de promover las tradiciones, aportar a la cultura y no desmayar en el empeño de contribuir a la felicidad personal y de quienes nos rodean. Gracias Señor.