Por Roberto PELÁEZ
Satisfecha, deseosa de seguir haciendo en favor de sus connacionales, se mostró la entusiasta Silvana Loli, quien juramentó hace pocas semanas como presidenta de la Cámara de Comercio Peruana.
La plática con la joven tuvo lugar tras concluir el consulado móvil ofrecido el sábado 4 y domingo 5, liderado por el cónsul peruano Sergio Zapata, quien se trasladó desde San Francisco.
Trascendió que es el segundo consulado móvil que se ofrece a la comunidad peruana en lo que va de año -en el primero sirvió de anfitrión Arturo Amaya-, “y en esta ocasión, subrayó Loli, fueron atendidos cerca de 200 connacionales, que tuvieron la posibilidad de realizar diferentes trámites, además de recibir información de primera mano ofrecida por nuestro cónsul, quien dicho sea de paso volvió a agradecer las atenciones recibidas y las magníficas condiciones en que se desarrolló la jornada de trabajo”.
Los peruanos que asistieron al consulado móvil materializaron gestiones relacionadas con el Documento Nacional de Identificación (conocido por las siglas DNI), pasaporte, carta poder, permiso de viaje para menores, registro civil, entre otros.
Junto a la presidenta de la Cámara de Comercio Peruana, también atendió a los visitantes Alberto Algendones, integrante de la referida organización.
Una vez más (tal como ocurrió durante el primer consulado móvil), el cónsul Zapata agradeció la organización de la actividad, el hecho de poder intercambiar con miembros de la directiva de la Cámara y sus connacionales, además de resaltar las magníficas condiciones de que dispusieron para atender a quienes acudieron a la cita, y la disciplina de los mismos “todo ello propició que durante lso dos días el consulado móvil fluyera de la mejor manera”, significó Loli.
Aparte de los dos exitosos consulados móviles, del sostenido trabajo que realiza la directiva de la Cámara y los empresarios peruanos en el valle, la comunidad peruana se distingue también por dar a conocer, promover sus raíces y tradiciones, su cultura, sobre todo por las hermosas danzas, no por gusto Patrimonio de la Humanidad.
