Por Roberto PELÁEZ
Ha corrido mucha agua desde aquel día en que Olivia Espinoza fundó una organización tan noble como amorosa y paciente: Azulblue. Desde entonces se ha avanzado de manera significativa.
Se acercaron padres de niños que habían recibido el diagnóstico de autismo para sus pequeños. El grupo creció, la organización poco a poco se abrió paso en la comunidad apoyada más que todo en la dedicación y la constancia... en el ¡AMOR!
Salió a relucir entonces la capacidad de unir y convocar, se hizo patente la necesidad de obtener información actualizada, se puso todo el empeño en organizar una conferencia, la invitación a estudiosos del tema, a médicos reconocidos de Estados Unidos y México.
Le siguieron las actividades para los niños, el aprovechamiento de las redes, de una revista para informar, las fiestas de cumpleños, las copas de futbol y tantos otros eventos, aderezados siempre con la entrega, un amor infinito.
A finales del 2024 llegó un momento trascedental, la añorada Gala, la entrega de reconocimientos, fueron horas para el recuerdo, disfrutar en familia, y claro, el compromiso de hacer más, con la unidad como premisa.
El primer martes de cada mes es ocasión propicia para que se reúnan las madres, platiquen, disfruten, intercambien recetas de cocina, conversen de este o aquel artista, la pasen bien, se dediquen un tiempo para ellas mismas... ¡que tanto lo merecen!
Las reuniones son también ideales para celebrar cumpleaños, regalar, pasarla juntas.
Se trata de comprender que estos menores ven el mundo de manera distinta, de hacer lo posible por comprenderlos, apoyarlos, entender de una vez por todas que cada pequeño es diferente, requieren una dosis especial de amor y paciencia, de SENSIBILIDAD.
Olivia, justo es reconocerlo, dio el primer paso, le siguieron otras padres y padres, hoy se trata de conquistas a base de colectividad, de trabajo en conjunto, de apoyo y comprensión más que todo.
Azulblue es, de alguna manera, como esos pequeñines, requiere apoyo, aliento, motivaciones, sus integrantes están conscientes de que se hace camino al andar.