Por Roberto PELÁEZ
Cuando el 2018 se apresta para decir adiós, es bueno invitar a todos: levanten la mano quienes al comenzar enero del presente año se propusieron bajar de peso....
Ahora levántenla los que tienen varita mágica para conseguirlo... Ninguna, me lo imaginaba. Perder unas libras no es tan fácil como aumentarlas.
Las estadísticas sobre el tema destacan que el 65 por ciento de la población adulta de los Estados Unidos padece de obesidad o sobrepeso, víctimas de una nutrición inadecuada.
La nutricionista Aurora Buffington y la doctora Olga Martín coinciden en que los malos hábitos alimentarios traen consigo problemas con el funcionamiento del sistema inmunológico, provocan mala digestión, presión arterial alta, falta de fuerza, además de colesterol alto.
Por su parte Gail Muñiz, del Departamento de Prevención de Enfermedades Crónicas del Distrito de Salud del Sur de Nevada (SNHD), comentó: lo mejor es conjugar buenos hábitos alimentarios y actividad física, llevar el control de calorías que se ingieren y las que se pierden gracias a la realización de ejercicios; exige mucha fuerza de voluntad, pero es lo más aconsejable.
Martín, con muchos años de estudios sobre nutrición, asevera que es menester aprender a comer de manera saludable, en las cantidades recomendadas, para prevenir precisamente enfermedades crónicas, incrementar la energía, entre otros aspectos, además de la imagen personal y el autoestima.
Por todos los beneficios que trae aparejada una correcta nutrición, en SNHD tiene a disposición de la comunidad un programa en línea, gratuito, donde se ofrecen consejos, se habla de lo conveniente que resulta incluir las frutas y vegetales en la alimentación diaria, se enseña a la gente a leer las etiquetas, indica Muñiz.
El Reto de Nutrición está disponible en español y localizado en nuestra página www.gethealthyclarkcounty.org.
Buffington no pierde la oportunidad para en las ferias de salud explicar porqué es mucho mejor consumir agua y no refrescos enlatados, insta a consumir leche reducida al 2 por ciento; la doctora Martín va más lejos aún y brinda una lista de alimentos a ingerir en desayuno, almuerzo y cena.
Por la mañana, dice, después de varias horas sin comer, es aconsejable desayunar temprano, priorizar carne blanca y café, huevos, frutas, junto a ensaladas de vegetales y verduras.
No aconsejo comidas copiosas o abundantes, subraya, es mejor comer cada dos o tres horas, ‘pellizcar’ algo, resata. Para el almuerzo sugiero carne blanca, que muy bien puede ser pescado, pollo -sin el pellejo- y pavo, ensaladas, sopa con abundante verduras, viandas, maíz.... A media tarde una fruta, y en la cena, también temprano, apunta, comer ligero, frutas, ensaladas, viandas hervidas. También me gustaría agregar un pedacito de chocolate negro y semillas secas, comenta.
“Mañana comienzo a hacer cambios en mi alimentación”, acostumbramos a decir, y los días pasan, continúan los malos hábitos y llegan las enfermedades, entonces, como bien dice un slogan: si de salud se trata, no lo deje para mañana.