Por Roberto PELÁEZ
Hay muchas cosas que podemos materializar y nos hacen sentirnos bien con nosotros mismos... eso no lo puede comprar nada, es un sentimiento gratificante.
El hermoso gesto resaltado en el párrafo anterior, lo acaban de experimentar oficiales del Departamento de la Policía Metropolitana, que el pasado martes 23 entregaron unas 130 bolsas de alimentos por el ‘Día de Acción de Gracias’.
Miembros de la Canyon Ridge Christian Church, con la inestimable ayuda de Karen Moreno, protagonizaron la noble acción de acopiar comida para entregar a quienes tienen menos.
Los oficiales las entregaron a personas necesitadas en las proximidades de Rancho y Lone Mountain, quienes no encontraron palabras para agradecer.
“Sentimos un gran placer al tener la posibilidad de dar, ayudar -comentó Eddie Ramos en su rol de voluntario-, cuando se practica esto de dar, de tender la mano, llevar algo a los más necesitados, descubres uno de los mayores placeres, es algo por dentro difícil de explicar, una satisfacción plena... tiene que ver con lo que dice la Biblia de querer al prójimo”, destacó.
El hecho mismo de que personas allegadas a la Canyon Ridge Cristian Church, de Karen Moreno, dedicaran horas a acopiar alimentos, los organizaran, habla de su amor y desvelo por la comunidad, al igual que la acción de los agentes del orden, encargados de velar por la tranquilidad ciudadana, los acerca aun más a la gente... es una excelente manera de derrumbar cualquier barrera, de establecer, crear un vínculo con la gente que no se puede romper así como así, cimentado por el amor y la ayuda. Lo mejor, lo más digno de resaltar, es que las personas involucradas en la actividad protagonizaron el gesto sin esperar nada a cambio, eso es lo que hace más hermosa la acción.
Son esas precisamente las acciones que es necesario potenciar, multiplicar, a veces consideramos que son hechos insignificantes, que en unos pocos minutos se concretan, y nada más lejos de la realidad, es lo que permite conocer la felicidad, la dicha de ayudar, de propiciar la cena a varias familias, entonces se experimenta una sensación como apuntó Ramos, de placer inexplicable. Se debe dar gracias al Señor por dar la posibilidad de ayudar a otros, de tener para dar, mientras las palabras de agradecimiento quedan grabadas por mucho tiempo.
Gracias a la Canyon Ridge Cristian Church, a Karen Moreno, a los oficiales de la Policía Metropolitana, a los voluntarios. Fue un gesto digno de reconocer.