Por Roberto PELÁEZ
“Si no hablamos, apuntó Edwin Saldarriaga, si no nos organizamos y participamos en eventos, sostenemos encuentros con autoridades, es realmente muy difícil que algunas personas comprendan que formamos parte de la comunidad, que tenemos algunos logros, que también afrontamos necesidades, y por supuesto, recabamos apoyo”.
Posiblemente el único ciego graduado de periodismo en una universidad ecuatoriana, y tal vez uno de los poos del mundo, Saldarriaga accedió a platicar para los lectores de este semanario en ocasión de celebrarse este viernes 4 el Día Mundial de las personas invidentes; “si me preguntas te diré que no hay mejor manera de celebrar la fecha en Las Vegas, para los ciegos, que analizarnos nosotros mismo, considerar qué hemos hecho y qué nos falta por hacer, ganar en conciencia sobre lo que podemos avanzar gracias a nuestro esfuerzo, y en qué renglones o aspectos debemos solicitar ayuda, dar a conocer nuestras limitaciones... si uno no sabe qué le falta es difícil que trabaje en esa dirección para resolver los problemas”, precisó.
“Creo que para nosotros es muy importante que podamos reunirnos, cuando hemos dado muesras de organizacion, pues conseguimos sostener encuentros con el senador Mo Denis y la asambleísta Olivia Díaz, ellos hicieron muchas preguntas, se interesaron por nosotros, y considero que en la medida de nuestras posibilidades, y la de los legisladores, esos encuentros no se deben perder, hay que retormarlos, decirles lo que hemos hecho, qué nos falta, y en qué necesitamos ayuda, una ayuda que a veces pasa por una palabra de aliento, por motivación, pero antes hay que demostrar nuestro interés en avanzar, en ser menos dependientes”.
Saldarriaga es de los ciegos que acude al llamado Blind Center of Nevada, “allí, dice, podemos aprender computación, algunos tratan de leer por el Sistema Braille, de obtener habilidades que nos permitan desenvolvernos frente a algunas circunstancias, hacemos ejercicios para estar saludables, sin embargo reconozco que eso no basta”, advirtió.
Ciegos que acuden al Blind Center of Nevada coincidieron con Saldarriaga en que hay mucho por hacer, pero hace falta apoyo, aliento, externaron, y tenemos varias preguntas, abundaron, queremos saber cuánto dinero se destina a la educación especial, a los niños con problemas de aprendizaje, con Síndrome de Dawn, autistas...
“No entiendo, precisó el entrevistado, porqué no venden los bastones, para mi no es justo, se trata de una herramienta indispensable, sin ella es difícil trasladarse de un lugar a otro, y sólo trasladarse exige un esfuerzo tremendo, pero se impone la fuerza de voluntad”, insistió.
Según datos que guarda el propio Saldarriaga, en el mundo hay alrededor de 300 millones de personas ciegas, una cifra sin dudas alta, “y debe aumentar, explicó, sobre todo si valoramos que muchos pacientes aquejados por la diabetes pierden la visión a consecuencia de la misma enfermedad.
“Fíjese, remarcó, el principal objetivo de que se celebre o se tenga en cuenta este día a nivel mundial es para que la gente tome conciencia de cómo viven las personas con discapacidad y los problemas a los que se enfrentan diariamente.
“La Organización Mundial de la Salud (OMS) pretende que todos y cada uno de los gobiernos del mundo promueva los derechos y la calidad de vida de los discapacitados, además de que formen parte de programas que ayuden a los discapacitados a la integración total dentro de la sociedad como otras personas sin dicha discapacidad, todos tenemos los mismos derechos, aunque algunos enfrentemos insuficiencia, por ejemplo, para conducir”, señaló.