En una de las áreas del Boulevard Mall paso al asombro y la pintura en 3D

Por Roberto PELÁEZ

“Es asombroso, parece real, se puede tocar... ofrece como una perspectiva diferente, a uno le parece que está dentro”, comenta Raúl Hidalgo al referirse a algunos de los murales en tercera dimensión que pueden apreciarse desde hace pocos días dentro del Boulevard Mall, próximo a Maryland y Desert Inn.

“Había escuchado de esta técnica”, apunta María Rosa, esposa de Raúl, y acota: “me gustaría algo así en el patio de la casa, es muy diferente a lo que habíamos visto; sé que en Colombia hay pintores, verdaderos artistas que sobresalen en esto de la tercera dimensión, y hasta en Venezuela, pero no sabía que se podía apreciar en Las Vegas, me gusta mucho”.

Junto a la contribución de varios artistas de la plástica, llama la atención el aporte, los murales del cubano Wilson Posada, quien suma alrededor de seis murales en el llamado Museo 3D Art.

“Hay algunos que hicimos a cuatro manos, eso es importante reconocerlo, o sea, con el aporte de otro pintor, y por ejemplo éste donde aparece el gorila es mío... queremos que vengan muchas personas a verlo, es algo distinto”, apunta el oriundo de la provincia de Las Tunas, en el oiente cubano, con una sólida formación.

“Debo reconocer que aquí, en los Estados Unidos, agrega, he consolidado mi trabajo, están los recursos, he alcanzado una madurez artística, sin dejar de trabajar, de pintar incluso hasta en los momentos de descanso y relax, además, por supuesto, con el apoyo de la familia... y mis dos hijos pequeños ya muestran inquietudes”.

En la plática con Posada sale a relucir lo del dominio de la técnica, el control del pulso, el hecho de que en muchos murales hay que treparse en los andamios.

“Es imprescindible el cálculo para trabajar en murales de tercera dimensión, una regla, saber pintar en perspectiva, si vas a pintar en una pared, en el piso, las dimensiones del mural, son detalles a tener muy en cuenta”, sostiene, y añade: “hay que revisar el ‘borrador’, ser muy cuidadoso con las dimensiones, y cuando la pintura esté seca hay que acercarse, mirar bien, si hay que corregir algún detalle, dar algún retoque”, advierte.

“Te digo esto, expresa Posada, porque varias personas después que vean estos murales en 3D, van a querer experimentar, y es bueno que escuchen algunos consejos, que aprendan la pintura a utilizar, el sombreado, cómo evitar tener que dar barniz al final; por el momento pueden venir al Boulevard Mall, más de uno se va a sorprender, antes de que pasen varios minutos puede parecer que estás en otro mundo”, comenta.

 

La pintura en tercera dimensión se abre paso, con solo llegarse al Boulevard Mall, acercarse al Museo 3D, se puede disfrutar de una opción que requiere dominio de la técnica, un poco de magia, y esfuerzo por parte del artista. Los asistentes tal vez puedan hasta platicar con alguno de los pintores, y de paso adentrarse en este apasionante mundo.

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